Primera fotografía permanente, de Niepce, 1826.
El invento de la fotografía produjo una sacudida en el modo de concebir la pintura. La fotografía no parte de un cuadro para introducir en él un mundo. Esto ya lo hace la pintura. La fotografía parte de un mundo al que tiene que encuadrar.
Viene a enriquecer la pintura proponiéndole puntos de vista insospechados y nuevas perspectivas.
Por otra parte, toda pintura que busque exclusivamente la descripción de los objetos, pierde su razón de ser. La fotografía lo consigue con la máxima perfección, de manera mecánica. Aparece así una contraposición entre el Arte y la Fotografía. El arte de la pintura debe huir de lo fotográfico. La fotografía es la negación del arte, algo fabricado por una máquina.
Sí, pero la máquina puede manejarse con arte. Puede hacerlo buscando la luz conveniente y el encuadre oportuno. También puede forzar, si es el caso, el punto de vista.
Las fotografías realizadas por un artista fotógrafo son obras de arte, aunque su arte sea de un orden distinto al de la pintura.
Las posibilidades de la fotografía se multiplican con el progreso de la técnica, haciéndose tan variadas y extensas como las de la pintura.
La sofisticación de las máquinas, de los objetivos y de los revelados que permite jugar con la luz, con el contraste, con el color, con la textura y con el enfoque, además de los infinitos caminos que abre la informática amplía enormemente su campo, conquistando un puesto de honor entre las Bellas Artes.
El Arte no es una habilidad manual, sino una capacidad intelectual, la cual genera el arte.
El Arte nunca perderá su valor, antes al contrario, cuando un artista emplee todas las técnicas posibles para expresar su idea.
La fotografía alcanza categoría artística porque ha incorporado las virtudes que le aporta la técnica, y con ellas, puede utilizar con eficacia los nuevos recursos del arte.
La fotografía alcanza categoría humana, cuando se aborda la misma con espíritu y alma.
También alcanza categoría social, cuando sirviendo al ser humano logra proyección trascendente al general de la población.
