EL COLOR REVELA LA ELABORACIÓN DE LAS CERVEZAS

A veces tenemos la tendencia a llamar a las cervezas más por su color que por el estilo. Clasificarlas en claras, rubias, morenas o negras sin darnos cuenta de que pasamos de puntillas de lo esencial, su sabor.

Para simplificar, la tonalidad de la tonalidad nos descubre con su color las maltas utilizadas en la elaboración de las cervezas.
La malta, el ingrediente esencial en la elaboración de las cervezas y cuya tonalidad más o menos oscura varía con arreglo al grado de torrefacción. La duración y la intensidad del tostado (torrefactado), una de las últimas etapas del malteado,, que es la variable de ajuste de los sabores, pudiendo encontrar notas de cereales, de café, pasando por el caramelo o el pan tostado.

Es clave entender que el carácter gustativo de la cerveza proviene no sólo de las maltas, sino también de la cebada y de las levaduras, algo que complica un tanto la valoración de una cerveza únicamente por su color. Una cerveza intensamente lupulada será más amarga contribuyendo determinadas levaduras a dotarla de notas afrutadas.

Por ello, en la elaboración de las cervezas no se utilizan solo cebada como cereal, sino que también incluyen trigo, avena, centeno y espelta , enriqueciendo los matices gustativos.

La clasificación de las cervezas en función de su color y estilo se hace para comprender mejor su valor sensorial.

Elaboración de las cervezas claras

Posiblemente la razón de cierta confusión, reside en la traducción inicial, las cervezas claras están, en realidad elaboradas con una proporción significativa de trigo, por lo que sería mejor hablar de cervezas de trigo antes que de cervezas claras, dado que existen distintas intensidades de tono (unas son más claras que otras).
Y, al contrario, también pueden presentar cierta opacidad que atrae.
Las cervezas de trigo, entre las que se integran las Weizen alemanas, que ofrecen notas características de banana y de clavo, las witbier belgas, a las que se les añade cilantro y corteza de naranja. También se incluye la Berliner weisse, conocidas por su perfil ligero y ácido.

Elaboración de las cervezas rubias

La práctica totalidad de estilos de cervezas están representados en las cervezas rubias, desde las lager hasta las IPA, pasando por las saisons, las cervezas ácidas e incluso por las triples belgas. Con una gran diversidad de paletas aromáticas propias de cada estilo, por lo que resulta complejo y aleatorio categorizar de forma precisa una sencilla cerveza rubia. En efecto, el sabor y la tasa de alcohol pueden fluctuar considerablemente en función del proceso de fermentación y el aporte específico de lúpulo.

Elaboración de las cervezas ámbar

Su producción implica incorporar maltas denominadas caramelos a lo largo del proceso de elaboración. Esta utilización específica que confiere a estas cervezas notas caramelizadas y aromas a pan tostado, tanto a nivel de sabor como del tono de la cerveza.
En lo que concierne a los diferentes estilos de cervezas ámbar, se pueden citar la amber ale, la dunkelweizen, la vienna lager e incluso la Irish red ale.

Elaboración de las cervezas morenas y las negras

El tono oscuro de las cervezas morenas es el resultado de incorporar maltas intensamente torrefactas durante el proceso de elaboración. Esta práctica confiere a la cerveza aromas de café, chocolate y a frutos de cáscara.
No obstante, existen cervezas morenas que varían en términos de frescor, como la schwarzbier, con escasa concentración de azúcar, incluso con gran riqueza en sirope como la imperial stout. La Black IPA sorprende entre todas las cervezas oscuras por sus notas tropicales.