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LOS SESGOS COGNITIVOS NOS PUEDEN HACER MALGASTAR LA VIDA

El trabajo, el lugar de vacaciones y un largo etcétera de elecciones no solo están dictadas por nuestro deseo, sino por otras veredas y atajos que nos constriñen aprisionándonos. Hoy os vamos a hablar desde decataencata.com de los sesgos cognitivos y de las claves para identificarlos y superarlos. Veamos

Esos, “nunca me atrevería”, “soy demasiado joven para aspirar a ese puesto de trabajo”, “soy demasiado mayor para ir a este concierto”, soy “demasiado alt@ para usar eso”, todas ellas, son creencias que residen en nuestra mente, que forman parte de nuestro temperamento, nuestra personalidad que y muchas veces nos dictan el sí somos capaces o no de … Nuestras decisiones no se toman solas, se hallan regidas por patrones de pensamiento, también llamados sesgos cognitivos, procesos internos de procesamiento de información que actúan como filtros y definen – a pesar de nosotros mismos – nuestra percepción del mundo. Estas creencias limitantes influyen en nuestro comportamiento y en la percepción que tenemos de los demás. De este modo, pueden empujarnos inconscientemente a no abandonar nunca la comodidad de los caminos trillados, a no abandonar jamás un trabajo que ya nos satisface, a repetir siempre los mismos errores en el amor o incluso a no probar nunca un nuevo deporte ya siendo adulto.

Los sesgos cognitivos distorsionan nuestra realidad y hacen que tomemos decisiones precipitadas e incluso erróneas. Esta técnica nos puede ayudar a reducir su impacto. La analizamos. Debiasing* es el término con el que aludimos a la capacidad que poseemos para reducir los llamados sesgos cognitivos, esos esquemas de pensamiento preñados de juicios rápidos, interpretaciones ilógicas y atribuciones infundadas que nos acompañan de forma constante sin darnos cuenta de ello. Es una forma de razonar que nos lleva a equívocos distorsionando la realidad.

Solemos hacer unas 3000 interpretaciones diarias, pero puede que ni siquiera el 10 % de ellas tengan una base racional y reflexiva. Valga de ejemplo el que cuando vamos en el tren o en metro, solemos sacar conclusiones aceleradas sobre las personas que se sientan frente a nosotros. Cuando leemos una noticia en nuestras redes sociales, también inferimos ideas frecuentemente precipitadas y erróneas que acabamos compartiendo. Si alguien no contesta inmediatamente a nuestro mensaje en el móvil, solemos pensar lo peor.

Es bien conocido el hecho de que alguien atractivo y agradable nos suele parecer más fiable. Individualmente, cada uno de nosotros trabajamos con múltiples esquemas de pensamiento erróneos o distorsionados que afecta a la manera en que nos relacionamos e interpretamos lo que nos rodea.

Lo saludable, por tanto, es ser conscientes de estos constructos psicológicos y reducir su impacto.

Los sesgos cognitivos deciden por ti

El término sesgo cognitivo se acuñó en 1972 por parte del psicólogo y Premio Nobel de Economía Daniel Kahneman y Amos Tversky*. El término define la tendencia del cerebro a analizar en pocos segundos la información que le rodea y tomar en poco tiempo una decisión basada sobre todo en la intuición.

*Daniel Kahneman: biografía del psicólogo que ganó el Nobel de Economía – La Mente es Maravillosa

¿Quiere ello decir que las personas tomamos malas decisiones continuadamente? La respuesta, claro está, es que no. En nuestra vida cotidiana, en el día a día requerimos decidir de forma instantánea y para ello el cerebro suele recurrir a nuestras experiencias previas precisamente para responder a las demandas del entorno. Y, todo hay que decirlo, las más de las veces son pasos acertados.

No obstante, lo que acontece esencialmente es que el cerebro, al intentar ahorrar tiempo, aumenta la probabilidad de cometer errores, pasando por alto información valiosa. Es por esto, por lo que el propio Daniel Kahneman explica en su propio libro (Pensar rápido, pensar, despacio –  Pensar rápido, pensar, despacio – Wikipedia, la enciclopedia librePENSAR RÁPIDO, PENSAR DESPACIO | DANIEL KAHNEMAN | Casa del Libro -), la necesidad de hacer uso de un enfoque más lento, deliberativo y lógico.

9 estrategias que desactivan los pensamientos negativos – La Mente es Maravillosa

¿Cómo funciona el debiasing cognitivo?

Esta técnica tiene múltiples aplicaciones y se aplica en múltiples escenarios.

La necesidad de romper con las tradiciones, creencias y normas culturales arraigadas es una necesidad en múltiples entornos de trabajo. Veamos los pasos a seguir:

Toma de conciencia

El primer paso y prioritario es asumir que la mente funciona con estos sesgos cognitivos, saber en qué consisten y las consecuencias que tienen.

Decidir el cambio

La persona debe comprometerse consigo misma a que va a ejercer un control sobre su pensamiento, conjugando el conocimiento (saber que son los sesgos) con el compromiso (la voluntad de cambio).

Autoanálisis

El autoanálisis y la autoconciencia, es el siguiente paso, es decir, ¿en qué momentos o circunstancias aplico yo un sesgo cognitivo?, por ejemplo, cuando un compañero de trabajo me propone una idea ¿lo escucho o bien me digo automáticamente que lo que me expone es una tontería porque es mejor no cambiar nada?

Y, cuando tomo una decisión, ¿en qué me baso?, ¿parto solo de mi experiencia o soy capaz de analizar toda la información de la que dispongo y me rodea? Es esencial que la persona lleve a cabo un ejercicio de reflexión para saber en qué momentos y circunstancias mi mente funciona más con el piloto automático que de modo deliberado.

Planificación

Una vez la persona en cuestión toma conciencia de que esas situaciones en las que los sesgos cognitivos toman decisiones por ella, es momento de planificar una estrategia. Por ejemplo:

  • Un compañero de trabajo me propone una idea > En lugar de asumir que mi enfoque es mejor y que los cambios no son buenos, lo atiendo, lo escucho y valoro su idea. Intento imaginar qué beneficios puede aportar su propuesta.
  • Llega una persona nueva al trabajo > En lugar de sacar conclusiones precipitadas al ver su aspecto o escuchar sus primeros comentarios, me esforzaré en conocerlo, en ser cercano, abierto y evitar caer en juicios erróneos o estereotipos.

Aplicación

La senda a seguir para reducir el poder de los sesgos cognitivos en nuestra mente requiere asumir un compromiso firme, con una aplicación diaria y continuada. Es bueno saber que el cerebro hace uso de estos constructos psicológicos de manera inconsciente y automática. Tomar conciencia de ello y aplicar los cambios planificados con anterioridad de manera constante es esencial y prioritario.

Evaluación del debiasing

Acabando, pero sin ser menos importante, debemos evaluar si la aplicación de la técnica del debiasing está siendo efectiva: ¿He aprendido a tomar mejores decisiones?, ¿han mejorado mis relaciones sociales?, ¿cómo me siento? Vamos a notar mejoras al cabo de 4 o 5 semanas, recordar que todo cambio requiere tiempo para percibir beneficios.

Recordar que, este entrenamiento mental tiene como objetivo clave, aprender a pensar un poco mejor, sin prisas, siendo capaces de evaluar cada situación, estímulo y circunstancia, dado que ello repercute en nuestras decisiones y calidad de vida.

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Joaquín Sorolla. Casa-Museo de Madrid

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