Estilo de Vida Vino

GUÍA PARA ORGANIZAR UNA BODEGA

bodega casera

Si estás harto de tener botellas aquí y allá, si los vinos se acumulan de forma desorganizada, quizá sea tiempo de poner orden en casa. Si quieres comprar vinos para compartir con la familia y con los amigos, pero no sabes cómo guardarlos adecuadamente, o bien quieres simplemente, montar tu pequeña bodega y no sabes por dónde empezar, esta guía es precisamente para eso. Vamos allá.

¿Qué cuidados debo tener para guardar y conservar el vino?

La mayor parte de los comunes, sobre todo las que viven en las grandes ciudades, no disponen de las condiciones ideales para guardar vino en casa. También por ello, cada vez se beben más los vinos del año, que habitualmente se corresponden con los lanzamientos más recientes, adquiridos en una vinoteca, supermercado o en una tienda cercana, para ser bebidos en el almuerzo o cena del mismo día, en familia o en la compañía de amistades.

Para aquel que pretende montar la bodega viviendo en un apartamento o en un piso cambia sustancialmente las cosas. Pero no hay que desanimarse, siempre hay alternativas pese a pensar que no se puede ni se sabe cómo hacerlo.

¿En qué condiciones debo, en suma, guardar el vino?

Éste es el primer obstáculo que hay que salvar, pues los vinos necesitan de una zona o compartimento que no se halle sujeto a grandes variaciones/oscilaciones de temperatura, exposición solar/lumínica, exenta de intensas vibraciones, con un porcentaje de humedad entre el 60 y el 70%, a temperaturas frescas o agradables, pero sobre todo constantes a lo largo el año, siendo todas ellas condiciones esenciales.

Por ello, si no se dispone de un armario o cava para el vino que pueda reproducir las anteriores condiciones, debe escogerse entre los compartimentos de los que se disponga en la vivienda y elegir aquél que guarde la mejor temperatura y de forma más estable posible, evitando picos extremos que pudieran acelerar los cambios bioquímicos responsables de la evolución del vino.

Recuerda que ni el trastero del garaje, ni la galería y tampoco la alacena son lugares propicios para guardar el vino.

La cercanía a las fuentes de calor  de la cocina, los olores y la luz solar no facilitan la conservación adecuada del vino. Los trasteros de los sótanos de los edificios registran las mayores amplitudes térmicas, no siendo por tanto aconsejables. Recuerda que las habitaciones orientadas hacia el norte son las más frescas y que las estancias interiores, sin ventanas ni claraboyas garantizan mejor la estabilidad térmica y la menor exposición a la luz

¿Cómo montar la bodega?

Puede diseñarse en función del espacio disponible, así, aprovechar un espacio muerto  como el bajo de una escalera, el espacio entre columnas (donde puede instalarse una pared/bodega.

Hoy en día existen en el mercado excelentes soluciones para guardar el vino a precios muy asequibles, constituidos por módulos de madera que se pueden acoplar con crecimiento vertical u horizontal, adaptándose al tipo de sala o espacio disponible (a título indicativo Leroy Merlin e Ikea, tienen soluciones óptimas. La ventaja que presentan es que su modularidad permite el crecimiento conjunto con la adquisición del vino.

Evitar depositar las botellas en el suelo o apoyarlas directamente en la pared. ¡Esas filtraciones, inundaciones y humedades!

¿Cómo colocar las botellas, en horizontal o verticalmente?

Todos los vinos, de todos los tipos, tienen un final inexorable. Unos resisten mejor que otros el paso del tiempo como es bien sabido, los fortificados más que los tranquilos, los tintos más que los blancos, los licorosos más que otros. Otros son para consumo joven y otros tienen vocación de guarda, unos y otros deben conservarse adecuadamente si no se quiere beber vinagre en lugar de un buen vino.

La mayor parte de los vinos deben guardarse en posición horizontal, posición que garantiza la humectación del tapón evitando su contracción, conservando su porosidad y elasticidad inicial, evitando la entrada excesiva de oxígeno en el interior de la botella que provocaría una oxidación precoz del vino y la alteración progresiva de los aromas y del sabor de aquél así como a su transformación en vinagre.

La horizontalización es común a los vinos tintos, blancos, vinos de Oporto vintage y LBV, a los espumosos y a los champagnes.

En cuanto a los vinos de perfil oxidativo, como por ejemplo los vinos de Oporto Tawny, los Oporto Colheita y los vinos de Madeira, la posición horizontal es obligada, pero no tan trascendente, ya que se hallan acostumbrados a convivir con la atmósfera a través de la porosidad de los toneles y barricas en los que se hallaban contenidos hasta su embotellado.

Hay que subrayar que los vinos guardados durante mucho tiempo en horizontal y que son propensos a la formación de depósitos (tintos no filtrados u Oportos Vintage, por ejemplo) deben colocarse en posición vertical antes de proceder a su consumo (días e incluso semanas, según sea el tiempo de guarda).

¿Cómo organizar los vinos de la bodega?

Los vinos deben guardarse de acuerdo con tu perfil de consumidor y en función de las existencias que tengas y quieras tener. Por ejemplo, si valoras el origen del vino y dispones sobre todo de vinos españoles o ibéricos (hispano-portugueses) se organiza la bodega por regiones demarcadas, denominaciones de origen, así: La Rioja, Rueda, Ribera del Duero, Rías baixa, Cariñena, Somontano, Valencia, Alentejo, Douro, Dâo, Bairrada, Vinhos verdes, etc.), reservando un pequeño espacio para vinos extranjeros.

Pero si prefieres consumir vinos de acuerdo con los años de cosecha y añadas, entonces el criterio de denominación de origen o región demarcada (en Portugal) se torna subsidiario o complementario, y deberás organizar la bodega por el año de vendimia (o por décadas), cuantas menos referencias tengas para organizar y dentro de cada período de tiempo, sigue el criterio del origen del vino.

Otro criterio posible de organización es por el tipo de vino: tintos, blancos,, vinos de Jerez, vinos de Oporto, vinos extranjeros, etc.

Otros criterios de organización, son las regiones de origen, el año de la cosecha, el precio del vino, las clasificaciones del vino, etc.

El universo de organización de la bodega es amplio, todo depende de tu criterio, de tu perfil de consumidor.

Lo más frecuente es encontrar el criterio de origen como puedes comprobar en las bodegas de los puntos de venta, vinotecas y grandes superficies comerciales.

¿Qué vinos debo guardar?

Una bodega debe servir para guardar vinos con capacidad de guarda y ya está. Pero eso no impide que reservemos una parte de la misma para los vinos de consumo inmediato, que pese a ello deben guardarse adecuadamente en buenas condiciones de temperatura y humedad. Debiendo guardarse en una zona de la bodega de fácil acceso puesto que su consumo va a tener lugar en meses y por razones evidentes.

¿Qué vinos tienen mayor potencial de envejecimiento en botella? Uno de los casos más evidentes es el del Oporto Vintage, que por definición mejoran en botella y tienen una capacidad de guarda de decenas de años.Estos vinos están hechos para crecer y envejecer en el ambiente también confinado de una botella, al contrario de la otra gran familia de los vinos de Oporto, los Oporto Tawny, que pasaron la práctica totalidad de su crianza junto a la madera de los toneles y barricas, debiendo beberse preferentemente en la fecha más próxima a su embotellado (información que por norma general se halla especificada en la contraetiqueta.

Pero más allá de los vinos fortificados, cuya mayor longevidad está garantizada por su componente de aguardiente vínico que interrumpe el proceso de fermentación y, cuyo mayor ejemplo la encontramos en el vino de Madeira, también gracias a su peculiar acidez produciendo vinos inmensos con gran capacidad de mejora con el transcurso del tiempo en botella.

Los vinos tintos gracias a la doble combinación de los taninos y de la acidez, tiene ya de partida, mejores condiciones para la guarda que los vinos blancos. Pero hoy en día contamos con blancos con una notable capacidad de guarda por las características de la variedad/es que los integran, pero también por la forma en que fueron elaborados (maceración pelicular, crianza en madera, “batonnage”, etc.).

Con el paso del tiempo, de modo general, los vinos de todo tipo van perdiendo sus características iniciales – características centradas en la fruta, en los aromas primarios y en las variedades que lo componen.

Tener una bodega con vinos diversificados – tintos, blancos, fortificados, cosechas tardías y algunos espumosos, nos permite desvelar el mundo seductor de los aromas terciarios, de los aromas que surgen con el proceso de envejecimiento en botella y de las múltiples texturas que sólo el tiempo es capaz de intensificar en los vinos.

Al igual que nosotros, los vinos al envejecer, pierden juventud, exuberancia, vigor, expresividad y “músculo”, pero pueden ganar en aspectos fascinantes que una bodega doméstica ayuda a descubrir.

Conocer mejor las regiones, las denominaciones de origen, sus vinos, sus productores, las variedades, las añadas, los intervalos de consumo es un buen camino para lograr buenas compras y adquisiciones para la guarda y el disfrute.

¿Cómo sé donde se encuentra la botella que quiero abrir?

En efecto, gran parte de las bodegas esconden la información centrada en la etiqueta y la contraetiqueta, ya que al estar las botellas acostadas perdemos el acceso visual a las mismas y a los datos de los vinos que están guardados.

Utilizar etiquetas de papel que penden del cuello de la botella, a la antigua usanza, no es la solución perfecta por su disfuncionalidad e inestética.

Una primera solución pasa por organizar la bodega en zonas delimitadas (en función del tipo de vinos, de las regiones de origen o de las añadas y año de la cosecha, por ejemplo), lo que facilita encontrar al momento un vino en concreto.

Es bueno tener a medida que la bodega crece, un libro de notas donde se registra la localización de los vinos en la bodega. Para ello, los anaqueles  contarán con un sistema de coordenadas que se corresponden con el registro en el libro de notas.

Un sistema muy sencillo es el que se hace con letras en la horizontalidad: A,B.C.D,E,F, etc y de números en la verticalidad (1,2,3,4,5, etc.), de forma que podamos saber rápidamente qué vinos existen, por ejemplo, en las coordenadas B6 y G17. ¿Te acuerdas del juego de los barcos: hundido, agua…?

El libro de notas tiene otra ventaja adicional: puede evolucionar hacia un libro de bodega, un Libro/inventario de las existencias, que más allá de ser un sencillo  localizador de botellas, contiene las referencias sobre el productor, las variedades utilizadas, las botellas remanentes, fecha y tienda en donde se adquirió, precio de compra, pequeñas notas y comentarios, etc. Y si lo prefieres, la cibernética te ayuda con su versión digital del registro de la bodega en una hoja Excel.

¿ Qué temperaturas de servicio se deben considerar?

Lo común de una bodega casera es mantener a la misma temperatura uniforme para todos los vinos, si así fuera pon especial atención a las temperaturas de servicio cuando vayas a abrir una botella de vino. Una temperatura constante, del orden de los 14 o 15 grados centígrados es muy adecuada para conservar gran parte de los vinos en buenas condiciones independientemente de su tipología. La temperatura próxima a los 15ºC es la apropiada para servir vinos tintos, Oporto Vintage o LBV pero no blancos, Oporto Tawny y Colheita (que deben servirse a temperaturas que oscilan entre los 10 y los 14ºC y mucho menos los de cosechas tardías, espumosos y champagne, que deben servirse a temperaturas entre 6 y 8ºC.

En ningún caso es grave mantener una temperatura uniforme para todos los vinos pero sí es importante evitar las grandes amplitudes y oscilaciones térmicas y recordar colocar en el frigorífico con alguna anticipación los vinos que deben consumirse a una temperatura inferior.

Si por alguna razón tuvieras que acelerar el proceso de enfriamiento piensa en el viejo truco de introducir en un cubo o balde agua con hielo, de tal modo que las botellas estén cubiertas hasta el cuello y añadir 3 puñados de sal común con lo que el efecto catalizador estará asegurado.

Mi casa no reúne las condiciones mínimas para montar una bodega ¿qué alternativas tengo?

Hoy en día existen alternativas gracias al desarrollo del mercado de armarios frigoríficos, cuya gama es vasta y diversificada. Y esa es la mejor alternativa para quien no dispone en su casa o apartamento de las condiciones mínimas exigibles para guardar los vinos de forma climatizada.

El Corte Inglés y Worten disponen de un amplio surtido, pudiendo adquirirlos on-line con entrega a domicilio. Se trata de una alternativa especialmente útil en estos tiempos pandémicos y de confinamiento.

A partir de 100 euros ya puedes encontrar una gama variada de armarios frigoríficos, cuyo precio va subiendo en función del número de botellas que puede albergar y de las características técnicas que presenta; existen armarios sólo para vinos blancos, solamente para vinos tintos, mixtas, etc. Este tipo de armarios frigoríficos tienen la ventaja de controlar simultáneamente humedad y temperatura.

¿Cuáles son los accesorios fundamentales para el vino?

De nada sirve tener un armario/bodega en casa si no lo utilizamos. El vino es preferible compartirlo con la familia o con los  amigos. La guarda del vino requiere de una gestión doméstica del “stock”, a la espera del momento ideal de consumo, dado que los vinos ganan atributos con la guarda en botella.

Para ello debemos contar con los accesorios más importantes y adecuados para el consumo de vino, comenzando por las copas apropiadas, desde las sencillas (relativamente baratas) que pueden adquirirse en cualquier tienda especializada y en las grandes superficies comerciales.

Conviene contar también con un buen sacacorchos (los clásicos siempre funcionan), una bomba de vacío, para guardar el vino que sobra de un día para otro, un termómetro de vino (para garantizar la adecuada temperatura de servicio), un decantador o en su defecto una simple jarra, para airear el vino, sobre todo en los vinos más jóvenes, que después pueden volver a rellenarse con la ayuda de un embudo y de un cubo (balde) de hielo para enfriar las botellas que precisan de una temperatura de servicio más baja (especialmente vinos blancos y espumosos). Sin olvidar la preciosa invención del danés Brian Vang Jensen, un prodigio del “design”, la lámina vertedora de vino anti-goteo, también conocida por su marca comercial: DropStop.

Y, hasta aquí llegamos.

Esperamos y deseamos que lo hayas pasado bien.

láminas anti goteo para el vino

Láminas anti goteo.

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