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El vino tinto se bebe con la carne y el blanco con el pescado. ¿Y el champán? Probablemente con el aperitivo y con el postre. Seguramente así has actuado la mayor parte de las veces. No obstante, los maridajes con el vino están lejos de ceñirse a estos estereotipos y clichés.
Hoy, decataencata.com te propone algunos maridajes de comida y vinos poco comunes.
Vertiente Champagne y cava
Vamos a empezar por el principio. El champagne y el cava tradicional tal y como conocemos respecto al primero, se compone de 3 variedades: la blanca chardonnay, y el pinot noir y el pinot meunier, ambas variedades tintas.
El champagne es bien conocido por acompañar al aperitivo, casa muy bien con el mismo. Se suele aconsejar su acompañamiento con la carne blanca y con las carne de aves de corral (pollo, etc.). Precisamente en este caso, se recomienda un Blanc de Blancs, es decir un champán compuesto exclusivamente con la variedad blanca, es decir la chardonnay. Pero si prefieres un plato más relevante, opta por el Blanc de Noirs, compuesto por variedades tintas, bien con exclusividad para la pinot noir o para la pinot meunier, o con ambas en ensamblaje.
En cuanto al queso, es mejor ser prudente si te gustan los quesos blandos tal como el Brie o el Camembert.
Si te gustan los quesos franceses tales como el Saint-Nectaire, el Reblochon o el Gaperon, os aconsejamos acompañarlos con un vino tranquilo.
Vinos tranquilos
Contrariamente a lo que se cree, el vino blanco casa muy bien con los quesos.
Y, si eliges un champagne o un cava, su acompañante debe ser un queso blando.
El queso de cabra fresco, su dulzor casa muy bien con un vino blanco fresco y afrutado, un auténtico abanico de sabores en boca. Y, si quieres mayor exotismo y eliges quesos de pasta azul (vaca, cabra o ambas) todavía mejor.
El maridaje de los vinos blancos es excelente también con platos especiados: de cocina tailandesa, el curry hindú e incluso con el tajin marroquí.
¿Vinos tintos acompañando al pescado? Desde decataencata.com deciros que sí. Maridan perfectamente con vinos tintos poco tánicos o con taninos diluidos.
Mención especial merecen nuestras garnachas y en Francia los pinot noir, que con su envejecimiento, desarrollan taninos más suaves y sutiles.
Otra variedad hispana que juega un papel magnífico es la prieto picudo, como bien pude comprobar recientemente en el Restaurante El Pícaro, en Benavente, con el prieto picudo de Bodegas Otero, una maravilla en esto de los matrimonios gastronómicos (con varietal al 100% o ensamblada con tempranillo). (Finca Valle oscuro 2014 o el tinto crianza).
Esperamos y deseamos que estas pistas que os harán salir de vuestra zona de confort en materia de degustación os ayuden a aumentar vuestra dicha y las propias experiencias al respecto, dejando libre vuestra imaginación y creatividad culinaria.
A disfrutar, pese a todo, siempre adelante.
MUSICANDO