Estilo de Vida Salud

¿y si durante estos días te DUELE LA BARRIGA?

             

Para acabar con el hinchazón abdominal y con el discomfort digestivo pasajero, te aconsejamos seguir las siguientes pautas alimentarias sobre todo en estos días de transgresión de toda índole. Desde el desayuno hasta el almuerzo la siguiente guía de consejos y de buenos hábitos alimentarios se imponen. Si notas la barriga hinchada, tirante y sientes la necesidad de desabrochar los botones de tu falda o pantalón sobre todo después de la comida, por comidas sumamente ricas pero desequilibradas en cantidad y calidad, es el momento de evitar de excesos, para recuperar el control gastrointestinal y empezar con buen pié el nuevo año, que ya se anuncia, con el objetivo de encontrarte mejor.

¿Cómo hacer?

Toma un desayuno ligero, sin lactosa ni gluten.

Como en la mayor parte de los trastornos digestivos ligeros, el origen proviene de una alimentación que favorece una fermentación excesiva en el aparato intestinal, ya que algunos alimentos y productos alimentarios exigen un trabajo intenso a nuestra microbiota para ser degradados y permitir la asimilación de nutrientes en ellos contenidos, pudiendo provocar flatulencias y eructos. Entre ellos, se hallan a la cabeza los lácteos, puesto que suelen acompañar a los desayunos y forman parte de los alimentos que fermentan una vez llegan al colon, por lo que debemos optar por alimentos sin lactosa (un glúcido responsable de una intensa fermentación en el aparato digestivo). La elección serán los alimentos y bebidas vegetales como la avena y la soja. Respecto a los quesos se ingerirán preferentemente quesos ya fermentados tales como el emmental, gruyère, feta, Burgos… ya que las bacterias aseguran una pre digestión de la lactosa para nuestro beneficio digestivo.

¿Qué podemos comer?

Para acabar con la mal digestión seguir estas pautas es sumamente aconsejable.

Para los aficionados a los mueslis, decir que las fibras solubles son más clementes con el tránsito intestinal, tales como los copos de arroz o de avena. La ingesta de cereales ricos en gluten (maíz, trigo) puede ser el origen de intolerancias digestivas, recuerda a este respecto que la mezcla de cereales transformados industrialmente con aditivos y edulcorantes dificultan la acción de las bacterias responsables de la digestión. Y si quieres completar el desayuno con proteínas y lípidos, lo ideal es añadir huevos preferiblemente cocidos (hervidos) puesto que tanto la yema como la clara facilitan más la digestión.

Cocer bien las legumbres y las hortalizas

Evitando las crucíferas, ricas en azúcares no digeribles. Cocinar las legumbres al vapor permite reducir la producción de gas durante la digestión. Zanahorias, calabaza, alubias… casan perfectamente con otras legumbres o verduras estacionales y con carne blanca, (menos rica en grasas que la roja) cuya grasitud se elimina con la cocción.

Las leguminosas son ricas en proteínas vegetales, una excelente alternativa a la carne y son una excelente alternativa para evitar dificultades digestivas (dispepsias). La fibra es difícilmente digerible por el intestino pudiendo provocar flatulencias sobre todo si se ingiere en bruto o poco cocida.

Sopas e infusiones

Para cenar, los caldos y las sopas son platos más ligeros para nuestro aparato digestivo. Su textura de mezcla facilita considerablemente la labor de los fermentos y bacterias digestivas. Con ellas preservamos el equilibrio alimentario y sobre todo si contienen pescados blancos ricos en omega 3 como el espaldar del bacalao.

Respecto a las infusiones, sustituiremos la taza de café por una infusión de jengibre o de rooibos, reputados antiinflamatorios y antioxidantes. Para preparar estas decocciones, si es de jengibre, se añaden algunas porciones peladas del mismo en un litro de agua, pudiendo degustar la infusión caliente o fría a lo largo del día. El gingerol contenido en la planta facilita la asimilación de los alimentos.

La cesta de fruta en el postre

Tanto en el desayuno como en el almuerzo los dulces de fruta se orientarán a la cesta de fruta sin importar el tipo de la misma. Rica en fibra, la piel de las manzanas, de las peras o de las nectarinas mejora el tránsito intestinal. No obstante deben consumirse con moderación dado que la fruta contiene sorbitol, un glúcido fermentado por las bacterias intestinales que pueden, en caso de abuso, alterar la función intestinal.

Y, si a pesar de ello, los trastornos digestivos persisten, deberás consultar con tu médico de familia.

MUSICANDO

La foto

Interior del templo de la Sagrada Familia. Barcelona

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