Estilo de Vida

VIVIAN MAIER

Vivian Dorothy Maier Nueva York 1926

Falleció en el año 2009 ajena al éxito, esta enorme estrella del universo fotográfico, tras una vida de huida cuidadosa, sin dejar rastro alguno, ganándose el pan cuidando a los hijos de otras familias, dejando al margen la suya.

Su calidad fotográfica en la que plasmó las calles, a sus niños poblándolas con sus mendigos y famosos de las diversas ciudades, como Nueva York, Chicago, Los Ángeles y de la propia Francia que la vió crecer. Aclamada por fotoperiodistas de la envergadura de Mary Ellen Mark.

En un lejano 2007 salieron a subasta unas cajas guardadas en un trastero cuyo alquiler no era pagado.

John Maloof adquirió algunas y viendo que contenían unos 143.000 negativos y unas tan apenas 7.000 fotografías positivadas, todo un tesoro de una calidad extraordinariamente profunda.

Anna Marks indagó durante 7 años, dedicando más tiempo a la vida de Vivian Maier que a la suya misma… buscando aclarar los inmensos interrogantes que rodeaban su vida. Otra mujer se encargaría de unir los cabos sueltos de una biografía sin par, Ann Marks que había trabajado en el Dow Jones y en el Wall Street Journal, se hallaba viendo una noticia sobre la fotógrafa, que hizo que su curiosidad eclosionara pese a hallarse ya semi retirada. Aficionada a la genealogía, inició la inmersión en el océano Maier para revelar la historia jamás contada de la niñera fotógrafa (Paidós ediciones: La Historia no contada de la niñera fotógrafa). Los diez familiares que había tenido en los Estados Unidos estaban enterrados en nueve cementerios distintos.

Su vida estricta, la de cuidar niños de otros y fotografiar con su Rolleyflex, pero sin hallar una senda para ser profesional. Las opiniones sobre ella son controvertidas y contradictorias, para unos, afectuosa, simpática, jovial, amable, afable, responsable y, para otros no tanto, de acuerdo con las opiniones vertidas por aquellos niños, ya mayores, a los que había cuidado.

Y como en la fotografía artística se te acepta si imprimes tú mismo tu propio trabajo a Maier se la penalizó por no hacerlo. Pese a ello perfeccionó mucho el retrato. Ironías de la vida, se ponía hecha una fiera si alguien intentaba hacerle una foto, porque no quería que su familia pudiera localizarla y pedirle dinero…

Ahí queda nuestro sencillo pero sentido homenaje a esta artista sublime

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