Estilo de Vida Vino

“VINOSO” ¿HABLAMOS DE VINO? EXPRESIÓN SEMÁNTICA

Vranken Pommery

Vranken Pommery

El término “vinoso” es utilizado prolijamente sin ser siempre enteramente comprendido.

Hoy en decataencata.com vamos a intentar lograr su explicación, más allá de academicismos, centrándonos en la pura degustación, lugar en el que es más utilizado.

 Para los aficionados, más bien para los amantes del champagne existen bastantes comentarios en las catas que llaman la atención del neófito. Alguno de los términos empleados es el de “vinoso”, muy utilizado pero no siempre bien comprendido.

Comentar bien una cata no es empresa nada fácil, pero creemos que vale la pena realizar un artículo al respecto, por qué la elección de las palabras debe tener como objeto la comprensión por parte de todos, viene a ser como el perfume de la crema de manos que mi madre utilizaba, que dejaba impregnar la botella de vino, un recuerdo candoroso de mi infancia, pero que no puede ser en ningún momento una referencia universal para los amantes críticos que somos.

El término vinoso se utiliza esencialmente referido a los champagnes , cavas y espumosos en general.

El diccionario Larousse lo define como “vino rico en alcohol”, haciendo referencia también al aroma y al sabor a vino. Otras definiciones hablan de vinos potentes y con cuerpo así como de una característica presente de forma clara en las características distintivas del vino respecto a otras bebidas alcohólicas (Guide Hachette).

En el champagne se halla presente en torno al 12% de los mismos, siendo la primera definición imprecisa, la sensación de alcohol, que sí debe tenerse en cuenta.

La segunda es vaga, los aromas del vino pueden expresarse de forma diversa según la variedad de la uva utilizada, por ejemplo a litchi de la Gewürztraminer, pasando por la de mantequilla y membrillo de la chardonnay americana. Siendo complejo llegar a establecer el sabor y el aroma del vino.

El punto de encuentro común es la sensación del vino en la garganta, sensación íntimamente ligada  a la estructura del vino (más que a sus aromas).

Nos hemos permitido evitar aquí, hablando de la vinosidad del vino, las características aromáticas que recuerdan a los vinos complejos, tales como: el brioche, la vainilla, la ligera oxidación, que son características aromáticas de los vinos, de tipo gastronómico, en oposición a las aromáticas.

En la práctica, ¿cómo saborear la “vinosidad” del vino?

 Aún a riesgo de no ser placentero para algunos, os invito a beber un blanco a temperatura ambiente (26ºC), y comprobareis en la boca una sensación de cuerpo, potente, con un alcohol exacerbado y con tendencia a “quemar” un poquito el esófago. Esta experiencia permite comprobar los aromas y la acidez, haciendo surgir la materia vinosa, la esencia común de todos los vinos, que lo hace ser distinguido del resto de bebidas y le otorga su vertiente “vinosa”.

Se trata de exagerar para que surja el carácter vinoso, con su tacto más denso.

 Un champagne vinoso, es por tanto un vino con cuerpo, potente y con un alcohol que se siente en boca, ideal para acompañar un plato; existen champagnes más suaves, más ligeros, más aéreos, en el que las burbujas producen la sensación de tener pequeñas mariposas en la boca, de una caricia delicada, que nos hacen olvidar que ese vino es un vino.

Para que un champagne tenga ese carácter “vinoso” parecería que debiera tener cuerpo, pero hay que tener en cuenta que las burbujas poco presentes, a veces, o siendo menos perceptibles, lo pueden hacer más cercano a un vino “normal”, tranquilo o clásico.

Para ilustrar un poco la definición os proponemos beber un champagne tipo Les Demoiselles de Vranken, y catar comparativamente un Prosecco Extra-dry. Verás…

villa demoiselle

Villa Demoiselle

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