Las ensaladas se pueden elaborar en cualquier estación del año, pero apetecen más en primavera y en verano. Pese a su aparente sencillez sus múltiples ingredientes y las salsas acompañantes, precisamente por su escasa necesidad de elaboración y por su riqueza sensorial, es más importante el adecuado maridaje de las mismas.
Ensaladas
La gran clásica: la ensalada César.
Es justo dar al César lo que es del César.
El chef italiano instalado en México se quedó corto en sus previsiones al crear la famosa ensalada. Por otra parte puede hallarse en cualquiera de los “bistrots” del mundo.
Esta deliciosa ensalada, cuyo origen está en Tijuana (México). Se comenta que fue creada por el chef Santini siguiendo una receta familiar. Otros, en cambio, dicen que fue César Cardini. El caso es, que Santini trabajó para César Cardini y parece imposible saber quién de los dos fue su verdadero creador.
La variedad de sus ingredientes puede ser un auténtico rompecabezas para lograr un buen maridaje con el vino.
Pollo asado, picatostes, parmesano, salsa de anchoas y maridar todo con un Reully, del centro del valle del Loira. Fresco, seco, ligero, afrutado, resalta la cremosidad y finura del pollo y la salsa César.
El rosado de prieto picudo de Bodegas Valle Oscuro de Benavente (Zamora), también marida excelentemente.
La ensalada Griega
Frescura es la palabra clave.
Para aquellos que prefieren comer ligero, el tomate, el queso Feta, el pimiento verde dulce (el pimiento fresco de Benavente es excelente) (indicación g. protegida), las aceitunas negras, lechuga, pepino, cebolla, vinagre de Jerez, aceite de oliva puro virgen extra (Abril) y un poco de menta, conforman un “bouquet” de sabores vegetales que no requiere intensificación alguna. Sólo requiere complementarse con un Bandol, blanco de la Provenza (Chateâu la Rouviere), (si estás en Francia). Es intenso y delicado a la vez, con aromas florales, dulzor y frescura a la par.
La ensalada de las Landas
La reconocida calidad de la gastronomía del sudeste francés, generosa, abundante y proteica, con foie gras, magret, tomate, mollejas, picatostes frotados con ajo y piñones, marida de forma excelente con un Chateâu de Tiregand Pécharmant de 2014. Tinto de un rojo intenso muy profundo, con aromas cálidos en nariz y notas de frambuesa y cassis. Largo en boca, complejo y con taninos equilibrados. Ensambla la cabernet franc (35%), merlot (35%), cabernet sauvignon (20%), malbec (10%), su temperatura de consumo es de 17ºC.
Si te hallas en suelo patrio, el Torrelongares, tinto crianza de 2014, ensamblaje de garnacha, tempranillo y shiraz, de color rojo cereza, muy brillante, con aromas a frutos del bosque y moras, madera tostada y vainilla, muestra en boca magnífica estructura y suavidad, con 13,5º% vol, en botella bordelesa, muestra la gran clase de un Cariñena.
Un consejo breve:
Evitar la hiperacidez de los vinagres. Sustituir por unas gotas de limón natural.