Estilo de Vida Vinos

VINO CON VAINILLA

En Burdeos, un misterioso vino a base de vainilla de Tahití es elaborado en un château de Saint-Émilion. Château La Fleur Morange se ha asociado con productores de vainilla de Tahití para crear dos cosechas sumamente sorprendentes.

Burdeos es más conocido por sus tintos con un perfil clásico de Saint-Emilion. Ahora, Château La Fleur Morange , un grand cru classé de Saint-Emilion , ofrece dos añadas de vino blanco… ¡con vainilla! Se dice que el primero tiene aromas sutiles y se le ha llamado Te Ata, mientras que el segundo, Te Hono, se describe como más corpulento. Incluso contiene una barrita de vainilla en su botella.Esta inusual asociación nació de un encuentro entre productores de vainilla, en este caso cultivadores de vainilla polinesios: “ Dos jóvenes vinieron a vernos para comprar vino, nos llevamos bien con ellos. Les preguntamos a qué se dedicaban y nos respondieron: a la “vainilla”. Como somos una propiedad familiar, mi hija Mathilde estaba allí y sugirió que hiciéramos vino de vainilla. “Les dije: ‘Lo haré por ustedes’ “, cuenta Jean-François Julien, copropietario del Château la Fleur Morange. “ Es cierto que tenemos la mente abierta, innovamos todo el tiempo. Y luego en la vainilla también hay una noción de terroir y de trabajo, como un grand cru ”, añade.

Asociaciones audaces: Si bien la idea puede inspirar a catadores ávidos de descubrimientos y novedades, no es fácil maridar este vino blanco elaborado con Sauvignon y con vainilla. Según Jean-François Julien, la añada Te Ata está más reservada a la cocina tahitiana por sus aromas de “ vainilla muy intensos que eclosiona al final ”. ” Es exótico pero no burdo “, dice el enólogo. La añada Te Hono y su vaina de vainilla aportan un perfil más tánico , que puede aspirar a ser un vino de guarda pero también ser utilizado para cócteles, siempre según Jean-François Julien. ” Deberíamos ver con un barman, qué podemos hacer con ello en un cóctel, y con un chef combinarlo con platos, por qué no con pescado “, imagina.

Esta atrevida propuesta ha sido probada en la Polinesia, donde y, por ahora,tiene su destino exclusivo. “ Desde que lanzamos el producto en noviembre, se han vendido las 3.000 botellas puestas en el mercado ”, comenta feliz el enólogo. ” Hay una fuerte demanda en estas islas, pero no hay producto tahitiano por ejemplo. “Hay que ofrecer algo que vaya con su cocina ”, añade.

Aunque se produce en la región de Burdeos , este vino de vainilla no se comercializará en Francia ni más ampliamente en Europa por el momento. ” Queremos primero crear y desarrollar nuestro nicho de mercado en Polinesia “, explica Jean-François Julien. Pero esto último no excluye el hecho de que este producto pueda gustar también aquí. Para él sólo cuenta la calidad. “ Hacer cosas originales está bien, pero hay que hacerlas bien. El objetivo aquí era combinar dos productos de calidad: un vino de lujo con vainilla de lujo. “Esto demuestra también que los bordeleses saben hacer cosas exóticas ”, concluye el enólogo.

Otra cuestión es, ¿cómo se puede añadir aroma de vainilla al vino? Veamos:La vainilla es uno de los aromas terciarios, que aparece cuando el vino envejece en barricas nuevas de roble. Esta nota es el resultado de una sutil unión entre las fibras de la madera, procedente de ciertas variedades de roble y las uvas fermentadas en contacto con el aire. Muchos vinos de Burdeos se vieron marcados por la vainilla, a veces incluso en exceso. La vainilla: La historia de la vainilla está muy unida a la del chocolate. Los mayas y después los aztecas añadían vainilla a la espesa bebida de cacao.

Nosotros los españoles la descubrimos cuando colonizamos América. La vainilla es el fruto de ciertas especies de orquídeas tropicales de origen mesoamericano. Se cultivan tres variedades por su fragancia: vainilla tahitensis (Tahití, que recuerdan al chocolate y a los frutos secos), vainilla Pompona de las Antillas y vainilla Fragans característica de la denominación Bourbon (ligeramente especiadas) de las Comoras, Reunión y Madagascar.

La fecundación natural de la flor requiere la intervención de una abeja especializada en la búsqueda de orquídeas, sólo presente en la espesura de los bosques de América Central. La vainilla es la especie más cara del mundo tras el azafrán, por su alta demanda y sus caros cuidados en su cultivo. El precio del kilo fácilmente alcanza más de 600 euros. La vainilla en el vino: Este aroma (sobre todo en los vinos tintos), está estrechamente ligado a la barrica y a su nivel de tostado. Una simple diferencia en el mismo puede provocar el paso a otros aromas tales como la almendra tostada, el chocolate o el café. La cantidad de vainillina también depende de la variedad de roble utilizada para fabricar la barrica.

Pocas variedades de uva y vinos resisten el envejecimiento en barricas nuevas. Las variedades de uva que sí lo logran son: la Tannat, Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Pinot Noir. La Chardonnay destaca en los blancos. Algunos vinos blancos pueden expresar naturalmente aromas a vainilla sin haber pasado por barrica, como es el caso de los vinos de Gaillac (Tarn-Toulouse), elaborados con la variedad de uva mauzac.

La fotografía

MUSICANDO

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