Los Grands Crus se extraen de forma exclusiva de los viñedos situados en altura, con identidad geológica propia. Existen 10 grandes tipos de suelos diferentes.
A pie de montaña
Terruños graníticos, situados en las laderas y flancos de la montaña de los Vosgos, que están compuestos de rocas de magmas que se deshacen para formar arena granítica, con débil retención de agua pero rica en elementos minerales. Los vinos producidos en estos terrenos ácidos son sumamente expresivos y ligeros en su juventud.
Terruños de esquistos, el esquisto es una roca laminar resultado de la compresión de la arcilla. Bastante raros en la Alsacia, pero muy ricos en elementos fertilizantes. Producen vinos estructurados, frescos y elegantes que requieren de la guarda para que evolucionen.
Terrenos volcánico-sedimentarios, cuyo origen es el resultado de la consolidación de las lavas y cenizas volcánicas en forma de rocas duras y compactas. Se trata de suelos pizarrosos y sombríos que retienen bien el calor para beneficio de las cepas. Se trata de vinos con aromas ahumados, amplios y con cuerpo.
Terrenos de arenisca, constituidos por arenas de cuarzo. Geológicamente parecidas a las de los terrenos graníticos, con carácter ácido y arenoso en los que se elaboran uvas que producen vinos de una acidez más intensa pero son menos aromáticos. Requieren del paso del tiempo para que su complejidad se exprese totalmente.
Colinas subvosguianas
Terrenos calcáreos, carácter cuyo origen es marino, que se deshacen fácilmente formando suelos calizos. Se trata de terrenos químicamente básicos, los vinos están marcados por una hermosa estructura ácida, larga y potente. Bastante cerrados en su juventud, evolucionan hacia un carácter cítrico con el paso del tiempo.
Terrenos margo-calcáreos, compuestos de depósitos arcillosos espesos, compactos y de placas calcáreas. El aporte potente de las margas se sustenta en la acidez prolongada y compleja del conjunto calcáreo. Los vinos son generosos y largos en su juventud y el envejecimiento los mineraliza. La vertiente calcárea del terreno es esencial para que el vino desarrolle finura.
Terrenos margo-arenosos, variante arenisca del terruño margo-calcáreo. La arenisca confiere potencia a los vinos.