Del lat. vulg. *singellus, y este dim. del lat. singŭlus ‘uno cada vez’, ‘uno solo’.
- adj. Que no ofrece dificultad.
Se requieren recomendaciones realistas y operativas, que podamos adaptar cada uno a sus circunstancias personales para mejorar su vida.
Hoy, desde decataencata.com os trasladamos 3 ideas generales, de sentido común, fáciles* de aplicar y que os pueden servir.
*Que no requieren gran esfuerzo, habilidad o capacidad.
Y, son: Simplificar, aligerar y sanear.
Vamos a:
Simplificar
Sin dificultad, yendo más allá, por ejemplo, vivir en alguna zona en donde , si se tienen hijos por ejemplo, el ir al colegio se haga andando. Ducha o baño,pues mejor será una ducha, no a la aspiradora (en general), barrer, pasar la mopa y ventilar es más sencillo, ambientadores, mejor será airear. Y, ese armario plagado de útiles de limpieza, alisadores y qué se yo cuantas cosas que para nada sustituyen a una buena escoba, un limpiador no contaminante y ya está.
Licuadora, yogurtera, robot, bueno, bueno, bueno, ¡a cocinar sencillo y sano, sanito, sano!, con tiempo y gusto.
Aligerar
Pensemos siempre en los equivalentes de la huella ecológica, basta con cumplimentar una encuesta (te lleva 2 minutos) y podrás observar tu huella en términos del Planeta Tierra. O por decirlo de otra forma, si todo el mundo tuviera la misma huella que tú, ¿cuántos planetas Tierra necesitaríamos? Si tu huella supera la unidad (habitualmente así es) es el momento de actuar para reducirla.
De acuerdo a tu propia circunstancia vital, estas transiciones ecológicas son una guía: cambia el cochecito por la bicicleta o el transporte público, la carne por las legumbres y ese largo etcétera que tu ya conoces. Unos buenos zapatos andariegos quizá ya obren en tu poder pero la bicicleta de ciudad pedaleando a voluntad quizá no. Las eléctricas tienen una autonomía de 25 y 40 km, muchas se pliegan con batería extraíble y recargable. También existen vehículos eléctricos como los urban wheels y los utilitarios a pilas.Transporte seguro y asequible.
Sanear
Reparar y prevenir daños. Evitar aditivos alimentarios, pesticidas en la comida, contaminantes en combustibles fósiles , tóxicos (aerosoles) en los productos cosméticos y de limpieza.
Una buena forma de empezar es pensar en términos de las actividades de la vida diaria.
Así: eliminar productos tóxicos para la limpieza, alimentos procesados, e ir provistos de una lupa de aumento que nos permita leerlos en el etiquetado, para evitar la plétora de aditivos (los que figuran con una E- seguida de un número (consultar la guía en: https://vidasostenible.org / simplificar, aligerar y sanear ).
Enlaces relacionados :
Busca tu tienda de cercanía con alimentos frescos. Tu recetario te facilitará dejar una baja huella ecológica.
No olvides las apps de venta o compra de artículos de segunda mano, reutilización de objetos y de bricolaje.
Puedes contratar electricidad verde procedente de fuentes renovables, adquirir ropa de algodón, elaborar una lista mental que evite el despilfarro en las compras de objetos inútiles.
Reciclar
Evitar introducir residuos en casa o los menos posibles, para ello compra artículos sin empaquetar o con empaquetado mínimo y evitar la compra de objetos desechables. Reutilizar los tarros de cristal y las cajas de cartón. Reciclar lo que se pueda en casa (el aceite usado para producir jabón casero para limpiar), el cartón y el papel y la materia orgánica para producir compost para alimentar plantas propias y ajenas.
La sencillez consiste en hacer el viaje por la vida, solo con el equipaje necesario Charles Dudley Warner