¿SE PUEDE BEBER VINO Y PRACTICAR DEPORTE?

Deporte y alcohol, ¿dos grandes enemigos? Dos prácticas que sobre el papel son contrarias. Veamos que se dice al respecto.

Intuitivamente, todo individuo en su sano juicio (mi amigo psiquiatra Pérez al cuadrado lo denomina normalmente corticado) piensa que a priori todo tipo de alcohol, desde la cerveza a los licores pasando por el vino y los espirituosos están contraindicados en la práctica deportiva. Así, solemos pensar en los deportistas de élite, que siguen una disciplina alimentaria estricta y unos hábitos de vida en el que está prohibida la propensión a cualquier exceso. Cabe recordar a algunas estrellas del futbol, auténticos ascetas, como la de otros muchos deportistas anónimos, cuando en el fondo pensamos que la sencilla moderación es más que suficiente para mantener una vida y carrera profesional de éxito, pero la realidad no es tan sencilla.

Hace ya muchos años, mi hermano Gonzalo qepd, me comentaba que el excelso Kubala (Laszly)*, celebraba sus mejores partidos con cierto nivel enólico.

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*Ladislao Kubala – Wikipedia, la enciclopedia libre

La sobriedad es indisociable de la práctica deportiva

Y es aquí en donde se libra una auténtica batalla entre la psicología y la fisiología, como comenta Fabrizio Bucella, Doctor y profesor de la Universidad Libre de Bruselas: “Se considera la práctica deportiva vicaria de una posterior relajación muscular”. Y ahí aparece la copa de vino tinto con su aporte nutricional. “El problema es que una copa tira de otra, al igual que tiene lugar con las reuniones de amigos y familiares”. Si la moderación preside esos actos, el día siguiente, el del entrenamiento será sin duda excelente”.

¿Puede ser beneficioso el vino en la práctica deportiva?

El vino, sin duda posee diversas virtudes, como la cerveza, debiendo saber delimitar siempre la cantidad y la calidad. El contenido en polifenoles también se halla en los vegetales y en la fruta, en el té y en el café. El vino tinto puede disminuir la incidencia de patologías cardio vasculares si se consume con moderación. Recientemente, se han demostrado los efectos beneficiosos en las personas que practican deporte de forma habitual. Las arterias recuperan su elasticidad, descienden los niveles de LDL-c y aumenta el HDL-c. El deporte, en cierta medida, facilita la metabolización del vino tinto. Su consumo regular aumenta la tasa de ferritina, mejorando el metabolismo férrico en los deportistas que practican deportes extremos (propensos a desarrollar anemia). El alcohol es también un relajante muscular que tiene un efecto positivo en la decontracturación muscular, pero recuerda que no podemos pretender que sea un cinesiterapeuta. No hay que confundir el culín con las témporas.

Comenta Fabrizio Bucella que, los momentos tras los partidos son los que refuerzan el espíritu de equipo en que se celebra la victoria y también la derrota, el aspecto emocional es crucial para lograr armonía en el grupo, momento oportuno para introducirlo.

¿En qué momento del día y de la jornada deportiva se puede beber?

Debe prohibirse beber alcohol durante las 24 horas previas a celebrarse un partido o un evento deportivo, sobre todo si el mismo va a implicar la sudoración excesiva por la exposición solar, la temperatura elevada y la humedad excesiva. Debiendo saber que no todo deporte es igual y que el alcohol actúa sobre la presión arterial en dos fases, una primera en la que la desciende durante 6 a 12 horas para posteriormente elevarse, por tanto cuidado con el vaivén. En 1968, con ocasión de los Juegos Olímpicos, el pentatleta sueco Hans-Gunar Lijenwall fue desposeído de su medalla de bronce por haber tomado dos cervezas antes de la ejecución de la prueba.

¿Cuáles son los deportes más incompatibles con el consumo de alcohol?

A priori, en ningún deporte está especialmente contraindicado, siempre y cuando el consumo de vino sea moderado. Quizá el maratón, el triatlón exigen una mayor veda. Todo depende de los objetivos que el atleta se fije en la práctica deportiva.

Son numerosos los antiguos deportistas que se lanzan a la aventura vitivinícola tras retirarse de su práctica deportiva.

¿Qué dice la ciencia sobre el consumo de alcohol en la práctica deportiva?

La toma de alcohol modifica los receptores GABA (ácido gammaaminobutírico), que es el principal neurotransmisor del sistema nervioso. El etanol atempera relajando el organismo a través de la dopamina y de las endorfinas. Son legión los deportistas que toman solamente agua mineral. Si se practica deporte habrá que duplicar la ingesta de agua sobre todo si por alguna razón se toma alcohol dado que este tiene un efecto deshidratante, todo ello dependiendo de la intensidad con que se practica el deporte eliminándose mayor cantidad de residuos tóxicos al acelerarse el metabolismo. Las endorfinas son el bálsamo a la tristeza del día siguiente a la práctica deportiva, siendo la única regla de oro a seguir aquella que se fundamenta en saber escuchar a nuestro organismo y obrar en consecuencia.