Ya nos hallamos en las postrimerías estivales por lo que probablemente nuestra piel cubriente probablemente esté descamada, con picaduras de insectos, es el momento de los remedios naturales para calmar las quemaduras solares y otros males vacacionales.
El verano, no siempre es sinónimo de serenidad y de calma, de ahí que hoy desde decataencata.com os ofrezcamos una serie de remedios naturales para combatir estas dolencias vacacionales a veces tan engorrosas.
Tras la postal veraniega, a veces, algunas veces, se amagan multitud de problemas, entre ellos, las invasiones de insectos, las quemaduras solares, los trastornos digestivos, los pequeños cortes y abrasiones… contra lo que intentamos luchar, muchas veces en vano, con un contingente de cápsulas, sprays, cremas, lociones y un sinfín de lo que algunos llaman “remedios”.
¿Y, si la solución para conjurar estos males del estío estuviera en los productos naturales?
Vamos a verlo.
Lavanda y menta para las picaduras de insectos
Los mosquitos y otros insectos además del runrruneo en el oído, molesto donde los haya, los mosquitos y otros insectos nos provocan picaduras en la piel, de las que a veces nos es difícil deshacernos. Para remediar este pesar os aconsejamos utilizar un bastoncillo de algodón empapado en una gota de aceite esencial, para aplicarlo directamente en la zona con picor. Os recomendamos el aceite esencial de aspic o lavanda fina, con efecto anestésico, o incluso el aceite esencial de menta, muy rico en mentol y con propiedades antisépticas y calmantes. Tras su aplicación, conviene evitar rascarse, porque se corre el riesgo de infectar la herida con las uñas y, por tanto, aumentar la reactividad del organismo.
En caso de reacción alérgica, el aceite esencial de matricaria (manzanilla alemana) o manzanilla azul. Otra propuesta alternativa, es el plátano lanceolado, un antihistamínico natural que se toma por vía oral.
¡Ojo! Las mujeres embarazadas, los ancianos y los niños menores de 7 años no deben utilizar aceite esencial puro, lo ideal en este caso es sustituirlo por un hidrosol, una solución acuosa con un bajo contenido en aceite esencial (inferior al 0,5 %). A modo de recuerdo, las personas alérgicas siempre realizarán una prueba previa, aplicando una gota en el antebrazo para observar la reacción de la piel.
Crema de caléndula y productos apícolas para calmar quemaduras
Qué bien sienta un sueñito acostado en la toalla de la playa, pero si no te proteges, corres el riesgo de despertar con una quemadura solar, si ello tuvo lugar, puedes recurrir a la lavanda aspic y el extracto lipídico de hipérico, una sola gota aplicada sobre una compresa de gasa puede ser suficiente para sentir sus efectos calmantes instantáneamente.
Ante una quemadura solar (actínica), la apiterapia (mediante productos proporcionados por las abejas), como la miel, la jalea real o la cera de abejas calman y “regeneran la piel”. Para una mayor eficacia, el producto elegido será preferentemente ecológico y sin jarabe de glucosa ni de fructosa. Se aplicará en la zona afectada sin masajear, transcurridos 10 o 15 minutos, retirar con un algodón empapado en agua, sin frotar.
Finalmente, para ayudar a la curación de las quemaduras, la crema de caléndula (flor rica en antioxidantes naturales) es eficaz. Para obtener un efecto óptimo, puedes añadir una gota de lavanda áspic a la crema colocada en la mano, antes de aplicarla en la zona afectada.
Aceites grasos para la descamación de la piel
Ante una quemadura solar grave, la piel tiende a descamar, un efecto indeseable y antiestético susceptible de ser tratado con la aplicación sobre la piel de ácidos grasos, como el de onagra o el de borraja, cuya textura grasa lubricará la piel. También se pueden tomar por vía oral en forma de cápsulas.
En los niños se aplicará aceite de avellana o monoi, sin mediar exposición solar.
Melissa y albahaca para tratar el mareo
Si tienes propensión a marearte y a “acumular líquidos” durante los viajes, el aceite esencial de menta sigue siendo un buen remedio. Coloca unas gotas sobre una cucharita con azúcar o una cucharadita de miel antes de ingerir la mezcla. Para los más jóvenes y embarazadas es mejor pulverizar aceite esencial de menta o albahaca en el habitáculo para aliviar las náuseas.
Aceite esencial de jara para pequeñas efracciones traumáticas de la piel
Nunca estamos a salvo de pequeñas heridas y microcortes veraniegos. Para ello, el aceite esencial de jara, facilita que disminuya el pequeño sangrado previniendo la infección, poniendo unas gotas de aceite esencial de jara* en un bastoncillo de algodón que se aplica sobre la lesión.
Consulta siempre a tu Médico y Farmacéutico.
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Juan Sanchez, CC BY-SA 2.0, via Wikimedia Commons
