*Geek es una palabra del inglés que en español se emplea para designar a una persona apasionada por la tecnología y la informática y con gran conocimiento sobre estos temas. La palabra geek es una voz inglesa cuyo primer registro se remonta al siglo XIX; originalmente, significaba ‘tonto’.
Enlaces relacionados :
Son jóvenes que han roto con el mundo vitícola tradicional provocando cierto desconcierto en el mismo. En este artículo decataencata.com ha querido hacer un retrato de esta tribu internacional que tiene sus propias referencias y circuitos de consumo.
Pese a parecer un término peyorativo, en realidad no lo es, cobrando pleno sentido en tiempos de placeres hasta cierto punto obsesivos. En el mundo del vino, los nuevos geeks, son jóvenes, sofisticados, generalmente urbanos que muestran una pasión cuasi devoradora de vinos naturales. “Por norma general somos consumidores rayanos en la obsesión dado que el vino ofrece posibilidades infinitas de investigación y aprendizaje” confiesa Noah Kayne, un joven norteamericano que recientemente se instaló en París. Contrariamente a las generaciones precedentes, estos nuevos geeks no muestran interés hacia las grandes denominaciones, marcas y bodegas, sino que miran hacia los vinos más auténticos, más naturales, producidos por viticultores comprometidos con la tendencia ecológica y social.
“Deseo formar parte de esa categoría de aficionados fascinados con los viticultores, por el modo en que hacen las cosas y por las razones por las que elaboran vino. Por ello, para mí, el contexto es más importante que el sabor. En el fondo, mi consumo está motivado por el deseo de profundizar en la comprensión del mundo del vino”.
Las nuevas reglas sociales
“Tomar un vino natural en Madrid, Barcelona, París o cualquier otra ciudad europea quizá pueda parecer superficial en donde se está lejos de los productores” comenta Léonora Saabye, una joven sumiller danesa del Chambre Noire de París, una de las bodegas preferidas de los geeks en la ciudad luz. “Los auténticos geeks tienen un conocimiento increíble del vino. Son auténticos apasionados de los buenos productos, muestran un sincero respeto por todos aquellos que trabajan honestamente, por qué son el reflejo de lo que ellos mismos hacen”. Esa bendita y fraterna afinidad.
Una nueva ebriedad
Los nuevos geeks consideran el vino como algo serio no un mero capricho. “Existen dos tipos de ebriedad, la buena y la mala. La hermosa ebriedad es la propia de los momentos compartidos, sensoriales, saboreadores y entre amigos. Personalmente, me encanta esa ebriedad que me provoca la cata de nuevos vinos. El vino natural es bastante más que una bebida alcohólica,” comenta Léonora Saabye.
“Pienso que tiene algo de mágico, sorpresivo, a compartir con los amigos, que me apasiona y estimula, toda una experiencia gastronómica, más allá del contenido alcohólico”, abunda Noah.
¿Una nueva norma?
En cada época de su larga existencia, el vino ha conocido a sus geeks. Han existido bebedores de etiquetas, los furibundos de la guía Parker, los miembros de clubs y de cofradías, prácticas de cata que los jovenes de hoy en día parecen retomar, por ello no es difícil imaginar el que existan estos cuasi obsesos del vino, según dice Noah. Los vinos naturales, por su propia naturaleza, limitados en cantidad, ofrecen un terreno de conocimiento y aprendizaje perfecto para los amantes del vino natural.
Las pequeñas producciones de vino natural no va a parar de aumentar y a la par el apetito creciente por descubrir a sus productores y a los vinos que elaboran, menos conocidos al igual que los terruños y lugares en los que se crían.
Este cambio de perspectiva evidentemente se incrementará, pero también la dificultad en su accesibilidad, en razón de la disponibilidad y de sus precios. Una cosa si es segura, y es que el crecimiento de los winegeeks va a ser cada vez mayor. ¿Será para bien?
La fotografía