El cambio climático está detrás de casi el 40% de las muertes por calor.
Prioriza las verduras ricas en agua, los productos lácteos y evita las carnes rojas. Para sobrevivir a la ola de calor, es necesario que te hidrates adecuadamente, pero también adaptar tu alimentación.
Vamos a ver que debieras poner en el plato cuando sube el termómetro.
En algunos lugares de la península ibérica se hallan bajo alerta naranja por las altas temperaturas de esta semana, de ahí que haya que ajustar lo que se incluye en el plato diario y también lo que no se debe poner para afrontar con tranquilidad estas enormes olas de calor.
Veamos que incluimos en el plato
Las grasas en la ola de calor
Si te tienta una hamburguesa con queso o una pizza, ten cuidado por si te vence, sería un craso error dado que cuando hace mucho calor se debe evitar la mal llamada comida basura y cualquier alimento graso en general, ya que se requiere de un enorme esfuerzo para lograr digerir, cabe recordar que el esfuerzo digestivo conlleva un aumento de la temperatura corporal.
Carne roja
Si hace mucho calor, comer un filete de carne de ternera poco hecho no es la mejor de las decisiones y todavía menos esa barbacoa cárnica del fin de semana con los amigotes y, si la haces, elige carnes blancas o brochetas de cerdo o mejor todavía, de pescado.
Dan ganas de ir al baño y favorecen la deshidratación. Para sobrevivir a los días excesivamente calurosos, deberás reducir la toma de té, café o cerveza. Quédate con el agua es menos divertido pero sin riesgos. Recuerda que la carne roja aumenta las calorías y eleva la temperatura corporal.
El azúcar
En general goza de mala reputación, incluso en verano. Los azúcares aportan calorías innecesarias (vacías), favorecen la deshidratación y son difíciles de digerir por lo que aumentan la temperatura corporal. Por lo que es aconsejable limitar estrictamente las tartas, pasteles, bollería, refrescos e incluso zumos de frutas, reducir el consumo de pan, pasta e incluso patatas puesto que también incluyen hidratos de carbono (azúcares).
Las bebidas alcohólicas corren la misma suerte: deshidratan el organismo por su efecto diurético. Si tu tentación es superior a tí, elige una copa de un vino rosado, que calma mejor la sed y es un poco más hidratante que los demás, con baja graduación alcohólica (11,5 % vol). Otra opción es el sparkling de limón artesanal francés (venta en LIDL), sin alcohol y muy escaso azúcar.
Ejemplo de almuerzo ligero y equilibrado para una ola de calor
Como entrante un gazpacho, una ensalada mixta como plato principal (arroz, tomate, pepino, huevo, etc) sin aceitunas y como postre, elige entre un yogur natural o una macedonia de fruta fresca (sin añadir azúcar ni vino).
¿Qué priorizar?
Obviamente, verduras y hortalizas, son ricos en agua (tomate, lechuga, pepino, etc.) o cocidas. Las sopas frías y los gazpachos son una excelente alternativa para hidratarte y abastecer tu cuerpo de vitaminas.
Si eres aficionado a las ensaladas mixtas, tira de las verduras como los pimientos, rábanos, tomates, que puedes acompañar de arroz, quinoa, etc. De un trozo de pan integral y proteico, con pechuga de pollo, pavo, jamón, etc. Como postre puedes elegir por una pieza de fruta fresca de temporada o compotas de frutas ricas en agua: melón, sandía y fresas. Mejor que los helados son los sorbetes elaborados con fruta fresca y agua.
Pese a olvidarnos de ellos con cierta frecuencia, los lácteos son una importante fuente de hidratación: los quesos blancos (Burgos) y los yogures naturales contienen un 90 % de agua, como la fruta.
Y, recuerda que: debes beber agua sin tener que esperar a tener sed, con la sudoración el cuerpo pierde más agua, debiendo beber hasta 2,5 litros de agua al día.
MUSICANDO
- Cuando los elefantes sueñan con la música – Musica en RTVE Toninho Horta 30.07.2024
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