Tan solo el 5 % de los hombres mayores de 50 años reciben un tratamiento correcto para la osteoporosis. Cabe recordar que uno de cada 20 hombres padece osteoporosis y que después de los cincuenta años, uno de cada cinco hombres sufre una fractura relacionada con la osteoporosis.
Hace dos semanas estuve en Lanzarote con Charo y esta resbaló en la terraza del hotel y se cayó golpeándose la espalda con la pared y con el suelo, como consecuencia dos fracturas costales bajas. No es una historia de mala suerte puesto que no todo el mundo sufre una fractura por caída desde una altura, incluso tras cumplir los setenta años. Si bien, la osteoporosis amenaza y, además no es necesario caerse para aquejar una fractura ya que las fracturas vertebrales osteoporóticas pueden tener lugar al levantar una maceta o incluso de forma espontánea o al andar.
El hueso es un tejido vivo que se remodela continuamente, guardando un equilibrio entre la destrucción y la formación ósea. Cuando existe mayor destrucción o poca construcción, tiene lugar la fragilidad ósea anormal, es decir la osteoporosis. Enfermedad que se suele asimilar a una enfermedad femenina, en mujeres menopáusicas, pero que también afecta a los hombres, especialmente a partir de los 70 años. Así, el 20 % de los hombres sufrirán una fractura osteoporótica después de los 50 años y, con el envejecimiento de la población, el número de hombres afectados seguirá aumentando.
La importancia de establecer un tratamiento específico para la osteoporosis
La osteoporosis masculina no es nada excepcional, pero se diagnostica muy raramente y se trata todavía peor que en los casos femeninos: el 95 % de los hombres hospitalizados por una fractura osteoporótica no reciben un tratamiento adaptado a su enfermedad durante el año siguiente a su hospitalización, mientras que las consecuencias son catastróficas con un alto riesgo de recurrencia de la fractura osteoporótica, deterioro de la calidad de vida y un mayor riesgo de muerte, particularmente tras una fractura de cadera. Una cuarta parte de las hospitalizaciones por fracturas de cadera ocurren en hombres y, tras la hospitalización por este problema, el 20 % morirá al año siguiente.
De ahí, la importancia de identificar mejor a los hombres con mayor riesgo: aquellos que han aquejado una fractura osteoporótica, los que tienen más de 70 años o/y los que padecen una enfermedad inflamatoria crónica, alcoholismo, toma prolongada de cortisol o insuficiencia en la producción de testosterona, etc.
Los varones tratados con hormonas para el cáncer de próstata también tienen un alto riesgo de sufrir osteoporosis. La realización de una densitometría ósea es de rigor cuando existen factores de riesgo, puesto que cuanto menor sea la densidad ósea, mayor será el riesgo de fractura.
El tratamiento va dirigido a reducir el riesgo de una nueva fractura, por lo que es necesario seguir un estilo de vida saludable con actividad física intensa, como caminar, la prevención de caídas, así como una ingesta suficiente de calcio y vitamina D, medidas por otra parte insuficientes para tratar la osteoporosis, por lo que es clave establecer un tratamiento específico para evitar o minimizar la fragilidad ósea anormal, única manera, por otra parte, de disminuir el riesgo.
Tratar en modo masculino la osteoporosis
Por ello es vital consultar con tu médico, quien valorará iniciar el óptimo y adecuado tratamiento a establecer (tratamiento hormonal menopáusico, raloxifeno – un modulador de los receptores de estrógenos -, específicos para el tratamiento de la osteoporosis femenina, se utilizan otros tratamientos tanto en hombres como en mujeres. Los llamados bifosfonatos y el denosumab, enlentecen la destrucción ósea. La teriparatida estimula la formación de hueso.
¿Cómo será el futuro de la osteoporosis?
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