Algunos comerían sushi diariamente… pero ¿se sabe maridar el vino adecuadamente?
Quién diría que el desarrollo de este descubrimiento gastronómico se lo debe al transporte. Pudiera relacionarse con los destinos vacacionales lejanos y con productos culinarios exóticos.
Hoy la moda reside en la pureza dietética: arroz cocido inmaculado, pescado crudo (dorada, caballa, salmón, atún, camarones…), sabores básicos, salsas vegetales, el sushi está introducido en todas partes. ¿puede acaso continuar su maridaje con el té o con el sake?
En forma de canapé como aperitivo y entrante, se acompaña generalmente de salsas aromatizadas con soja, jengibre o con wasabi. Tres componentes con sabores marcados: el graso y el extracto oleaginoso para el primero; el punto ácido para el segundo, como el de una raíz tropical; y el sabor a pimienta del tercero, planta de la misma familia que el rábano picante y a mostaza.
Por nuestra parte (decataencata.com) nos inclinamos por dos maridajes muy diferentes, según sea la circunstancia en que nos hallemos.
Asahi, la cerveza japonesa
Para el plato que tomamos viendo la tele el domingo por la tarde, una cerveza japonesa como la Asahi, es perfecta: su amargor casa bien con el dulzor de la soja, y su efervescencia refrescará la grasitud del pescado crudo. Por otra parte, esta cerveza de carácter afrutado y ligera respeta la delicadeza del plato.

Por 1,69€ en: https://www.japonshop.com/bebidas/cerveza-asahi
La efervescencia del champán
Para los sushis festivos, con un San jacobo o/y con langostinos, el champán se impone. Un Blanc des blancs, por su ligereza, mineralidad y aromas florales, un Diebolt-Vallois, con aroma floral de flores blancas en nariz (acacia), ligeramente especiado (pimienta y cilantro), en boca aterciopelado, goloso, vivaz y con sabores que recuerdan a la mantequilla y a la manzana. 12,5% alcohol. Precio 6 botellas: 234,95€

http://www.diebolt-vallois.com/en/champagne.htm
Pero, sobre todo, el S de Salon 1996, un champán con mayúsculas y de una gran añada, más firme, afilado y mineral, con mayor cuerpo que el precedente, podemos decir que el prototipo del equilibrio arquetípico.
Mejor no os digo el precio,
Lógicamente si nos hallamos en el terroir de nuestro vecino del norte.
Llegados a este punto, y con mayor humildad pero no menor calidad, en nuestro suelo patrio, Freixenet creó el Oroya sushi wine (2011), (VT Castilla León), ensamblaje de macabeo (30%), airén (60%) y moscatel (10%), concebido por la enóloga japonesa Yoko Sato afincada en España, para armonizar la diversidad de sabores que forman la base de la cocina japonesa: el pescado crudo suave, el vinagre de arroz dulce, la salsa de soja salada, el wasabi y el jengibre picantes.

Características
- 11,5% vol.
- Botella de 75 cl.
- Precio: 7,13€
- Vino blanco joven