El vermú o vermut
Del francés vermú o vermut y a su vez del alemán wermut, “ajenjo” o “absenta”. Se trata de un vino macerado en hierbas, como aperitivo, compuesto de vino blanco, ajenjo y otras sustancias amargas. Se trata de vinos propiamente europeos, muy aromáticos que los caracterizan por su elegancia peculiar en un cóctel o en un aperitivo.
Habitualmente son de dos tipos: rojo y blanco y, un tercero, negro que se produce en la “raia”.
El tradicional vermut rojo italiano es dulce y el blanco francés seco, con mayor grado alcohólico.
El llamado vino hipocrático, se cree por los relatos, fue creado por Hipócrates de Cos, médico y filósofo de la antigüedad (nacido 460 a. C), poniendo a macerar en el vino, flores de ajenjo y hojas de díctamo, obteniendo el llamado “vino de hierbas”.
El vino aromatizado entra en una nueva dimensión a finales del siglo XVIII, con la ayuda de la nueva tecnología, desde el Piamonte y de la mano de los hermanos Luigi y Giuseppe Cora, inician su producción industrial.
La palabra ha adquirido sentido genérico con el paso del tiempo para definir el aperitivo.
¿Cómo se elabora básicamente?
El vermú rojo está compuesto por más de 40 extractos de flores, especias, frutas, hierbas y raíces, estas se mezclan con un poco de alcohol etílico en el tamburo (recipiente que da dos vueltas al día) durante 14 días, tras lo cual se añade el vino y el azúcar y, finalmente se deja reposar.
Composición habitual
Clavo de Madagascar, canela de Ceilán, árbol cascarillo, limón, frambuesa, pensamientos, raíz de lirio, ajenjo y díctamo de Creta.
Productores
Campari, Cinzano, Martini, Zecchini, Perucchi, Bellardi, Mancino, Vittore y Valsangiacomo , El Bandarra (Democratic wines), Lustau, Martínez Lacuesta, Miró, Yzaguirre, Las Endrinas, Valentín Pascual, Vermut Zarro, Medvsa (Tarragona), Vermouth Perdón-León , Vermut Lodeiros .
Este sello de la tradición española que auspicia la interacción real entre las personas, que recupera la conversación, la tertulia, el reencuentro o la magia de la primera cita que alaba el descanso y enaltece la cultura social de cercanía. Saboreado con moderación, a sorbos placenteros con el corazón libre de ataduras y de prisas como un auténtico slow drink.