Estilo de Vida Vino

LO NUEVO EN TONELERÍA EL NEXO ENTRE LA MADERA Y EL GRÉS CERÁMICO

tonnellerie baron 

Tonnellerie Baron | 140 años de pasión por los vinos excepcionales.

Asociar roble francés de grano fino y las mejores arcillas galas para idear una barrica “todo en uno”, es lo que ha hecho la Tonellerie Baron en Charente (Francia) y que hoy os presentamos en primicia desde decataencata.com.

En materia de vinificación y de envejecimiento del vino, existen viticultores y bodeguero adeptos a la madera, en forma de grandes toneles y también aquellos que son defensores del barro cocido y de la arcilla, cuya fama reside en preservar mejor la fruta del vino.

La Tonnellerie Baron, se halla ubicada en Charente, en donde ha unido en matrimonio ambas tendencias en una sola innovación: Alma, una barrica de 405 litros compuesta por un cuerpo de madera de roble y una base de arcilla. Una auténtica proeza técnica que ha requerido de años de investigación y desarrollo.

“No se inventa nada, simplemente se escucha a los clientes”, apostilla Lionel Kreff, director general de la Tonelería.

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tonel de tonnellerie baron

 

De unos años a esta parte, los viticultores y bodegueros prefieren elaborar vinos que expresen la frutosidad, la mineralidad y la precisión aromática mediante la reducción/oxidación. Lejos de aquellas barricas quemadas intensamente de los años 2000, que aportan intensos aromas a vainilla, Lionel Kreff tras investigar las arcillas italianas generó esta nueva barrica “todo en uno”: “Nuestros vecinos transalpinos son unos adelantados en esta materia, muy selectivos en cuanto a la pureza de las arcillas, no sólo por el hecho de su naturalidad y salubridad, pese a contener mínimas cantidades de plomo, aluminio y cadmio…”

Arcillas utilizadas en la fabricación de Alma, que han sido meticulosamente analizadas antes de ser ensambladas y cocidas a 1200ºC. El gres obtenido es perfecto para lograr la adecuada tensión y precisión, corrigiendo la falta de complejidad y simplicidad de los caldos, que si otorga la madera, trasladando a los mismos finura y elegancia. El gres representa sólo entre el 20 al 25% del continente y la madera en contacto con el vino equivale al de una barrica bordelesa clásica de 225 litros.

En cuanto a la forma ovoide de Alma permite la fermentación del vino favoreciendo la guarda.

Por lo pronto esta barrica ya ha seducido a algunas de las grandes bodegas galas tales como la Pape Clément para vinificar sus blancos, Château d’Esclans, para sus rosados y bodegas de Champagne, italianas y suizas. El único reparo que hay que poner es el de su precio 2800 euros, mientras que una barrica convencional cuesta menos de la mitad, si bien cuenta con la ventaja de que se trata de una barrica para toda la vida dado que es suficiente con retirar el cerclaje y cambiar las duelas de madera.

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