Variedad de uva blanca que se cultiva en Andalucía y La Mancha aunque no de un modo muy extendido. Se tiene constancia de la Jaén Blanca por dos ampelógrafos: la cita Alonso de Herrera en 1513 y, en el siglo XVIII, García de la Leña apunta la distinción entre la Jaén Blanco y la Jaén Doradillo.
La Jaén Blanca es una variedad de brotación temprana, lo que la hace sensible a heladas de primavera. Es una planta resistente a la sequía de muy buena fertilidad. Admite podas en corto y tiene un buen desarrollo si se dirige en guyot simple o doble, y en estos casos se deberá vigilar el exceso de productividad. Es muy sensible a la Botrytis y sensible al oídio y al corrimiento de racimo por exceso de vegetación. La aplicación de azufre en combinación con una fuerte insolación puede acarrear quemaduras en su superficie foliar.
Su morfología puede llegar a confundirla con la Palomino. Presenta un pámpano de porte semi erguido, con hojas adultas pentagonales lobuladas; racimos de tamaño grande, sueltos e irregulares, con bayas medianas/grandes y esféricas, con un hollejo grueso de color amarillo-verdoso. Produce un mosto con un bajo contenido en azúcares y baja acidez total.
Tradicionalmente los vinos de uva Jaén Blanca se han empleado junto a los de Palomino Fino para la elaboración de los vinos de Jerez. Los vinos de la variedad Jaén son vinos pálidos, con una mediana carga frutal y un moderado contenido alcohólico.
Otras denominaciones de esta variedad son Amor Blanco, Ayubí, Baboso Blanco, Baladí, Bastardo Blanco, Calagraño, Jaén Blanco y Valadí.
Jaén Tinta
Ha sido uno de los mayores misterios de la viticultura portuguesa. Dicen los vecinos atlánticos de Portugal que su nombre “espanholado”, al que se unen otras sinonimias tales como Jaén Galego podrían confundir sobre su real origen y paternidad. Al parecer hoy en día se sabe que la variedad jaén tinta se corresponde con la variedad mencía, procedente del noroeste peninsular hispano (Galicia y el Bierzo), auténtico icono actual de la zona y durante muchos años olvidada, también pilar productivo en la Ribeira Sacra, Valdeorras y Monterrei.
En Portugal, en el Dão la variedad se halla presente y extendida pese a la tentación de ser arrancada (fue la segunda variedad más plantada después de la Baga), pero hoy en día prácticamente excluida y en franca recesión.
Variedad vigorosa, extraordinariamente productiva que obliga a podas intensas so pena de producir vinos aguados, ásperos, ácidos y de bajo grado alcohólico.
La tinta presenta maduración precoz, con escasa materia colorante y poca acidez natural, aromática con notas afrutadas a mora y a mirtilo.
Muestra cierta rusticidad, y produce vinos suaves, sedosos, sencillos, alegres y redondos en Portugal. Que en el Bierzo y en Galicia presentan mayor estructura, acidez fresca, intensidad, frutalidad y notas terrosas que le confieren una gran personalidad.
La explicación de estas diferencias tan marcadas entre el Dão y Galicia se deben a los distintos clones pero, sobre todo, a la edad de la viña y al control de su productividad.
Una cata portuguesa Jaén.
No es fácil recomendar vinos monovarietales de esta variedad, por su rareza.
El gold estándar, el patrón de la variedad en tierras lusas (o padrão da casta) es el:
- Quinta das Maias Jaen, referencia de la bondad de la variedad en Portugal. 2015. Precio: 26,55. Hay existencias. Vino premium. Agricultura biodinámica y biológica. 100% jaén. Lo podréis encontrar en el siguiente enlace
Una alternativa en la interpretación de la variedad:
- Quinta dos Termos Reserva vinhas velhas 2016 jaen.
Coupage de jaén, trincadeira, mourisco tinto, rufete y syrah. Beira Interior. Precio: 9,68€.
Maridaje
Cordero, carne de caza (ciervo, venado), ternera y aves.