Uva nerello mascalese
Los vinos italianos del presente año 2020 son de muy buena calidad. Pero la pandemia ha provocado la caída de la demanda de forma crítica.
Los viticultores transalpinos se encuentran con el mismo problema que nosotros en este año del Covid-19, con una sobreproducción a la que va a ser muy difícil dar salida.
La abundancia de sol y la práctica ausencia de enfermedades de la viña ha logrado excelentes cosechas para la viticultura italiana. Con una uva excelente y una producción que alcanza los 47,2 millones de hectolitros según Assoenologi, Ismea e Unione Italiana Vini, todavía más generosa que la de años precedentes. Hace de Italia el primer país productor mundial de vino en volumen.
Con cuatro regiones, que unidas generan los dos tercios de la producción global del país: Venecia con 11 millones de hectolitros, gracias a su famoso Prosecco, Apulia con 8,5 millones de hectolitros, Emilia-Romagna con 7,7 millones de hectolitros y los Abruzzos.
El 70% de esta producción se destina a elaborar vinos con Denominación de Origen Controlada y los de Origen Típico, pero su demanda se ve truncada, especialmente la exportadora.
En el año 2019 Italia exportó vino por valor de 6,4 mil millones de euros. Con un 44% de descenso de ventas a China y del 12% al Reino Unido, el desastre está servido, pero parcialmente paliado por la demanda interna de los vinos de mesa.
Uva fiano
Pinot grigio
