EL HÍGADO Y EL AGUA CALIENTE CON LIMÓN

¿El agua caliente con limón es realmente buena para el hígado y la pérdida de peso? Según Tik Tok, el agua caliente con limón tomada cuando despertamos por la mañana al levantarse es una costumbre para algun@s que sustituye al café matinal, esencial para nuestro bienestar.

Beber un vaso de agua caliente con limón al despertar se ha convertido en un ritual muy de moda. Pero acaso este hábito tiene realmente algún efecto sobre la digestión, la inmunidad o el perímetro de cintura? Veamos:
Según algunos influencers de Tik Tok de los últimos años, en lo que a rituales de bienestar se refiere, un gran vaso de agua caliente con limón bebido en ayunas por la mañana está a punto de destronar al primer café del día. Según sus seguidores, la bebida es casi milagrosa: ayuda a “despertar el cuerpo”, a digerir mejor, a “desintoxicar el cuerpo” e incluso a “derretir la grasa”. Suficiente para que realmente lo desees. Sólo desde un punto de vista médico, ¿cuál es el valor real del hábito? ¿Cuáles son sus efectos reales en el organismo?

Un despertador para el tránsito, menos para la digestión

Primer punto positivo: esta bebida tiene el mérito de hidratarnos nada más despertarnos, y la acción es necesaria después de una noche sin ingesta de agua. El simple acto de beber también estimula ligeramente el sistema digestivo, reiniciando el tránsito intestinal. La temperatura del agua juega un papel importante en este sentido. En algunas personas, el agua fría puede contraer el tracto digestivo y, en ocasiones, provocar molestias (paresia digestiva). No ocurre lo mismo con el agua tibia o caliente, que suele tolerarse mejor.

Otra ventaja a su favor es que el limón, gracias a su acidez, puede estimular la producción de saliva y jugos gástricos, lo que puede facilitar ligeramente la digestión . Pero hay que tener cuidado de no sobreestimar su efecto. Es principalmente el sabor del limón el que estimula las papilas gustativas y hace que el agua sea más agradable de beber.

Un pequeño impulso para la inmunidad y la salud celular

Si este cítrico es tan apreciado es también por su riqueza en vitamina C , un gran aliado del sistema inmunitario. Solo que aquí también todo es relativo: medio limón sólo cubre alrededor del 20% de las necesidades diarias de un adulto. Esto no es suficiente para reforzar significativamente el sistema inmunológico, desde el punto de vista médico. Sólo una dieta variada y rica en frutas y verduras puede garantizarlo.

Sin embargo, añadir unas gotas de limón al agua tiene otros beneficios nutricionales. Esta bebida también aporta una pequeña cantidad de antioxidantes, que tienen interesantes propiedades antiinflamatorias para la salud celular a largo plazo. De forma más general, forma parte de una rutina beneficiosa para el organismo: Sustituir un refresco matutino o una bebida azucarada por agua con limón ya es un buen hábito en sí mismo.

Falsos efectos desintoxicantes y quemagrasas

En las redes sociales, a veces se promociona el agua caliente con limón como capaz de “purificar el hígado”. Una idea muy atractiva, pero sin base científica. El hígado es un órgano que se desintoxica continuamente gracias a complejos procesos bioquímicos. La idea de que un solo alimento puede depurar el hígado es más marketing que medicina.

¿Y qué pasa con la pérdida de peso? También en este caso se recomienda precaución. Beber agua por la mañana puede, en caso de urgencia, reducir temporalmente la sensación de hambre, especialmente si sustituye un refrigerio o una bebida azucarada. Por otro lado, el limón en sí mismo no tiene ningún efecto quemagrasas científicamente comprobado, es una leyenda urbana.

Precauciones a tener en cuenta

Antes de echar a correr al puesto de frutas, ten en cuenta que no todo el mundo tolera bien la acidez del limón. Puede irritar la mucosa gástrica, provocar o empeorar el reflujo gastroesofágico y dañar el esmalte dental, por lo que también se recomienda a quienes tienen dientes sensibles beber con una pajita y enjuagarse la boca después. Por último, es aconsejable ampliar la rutina matutina para incluir otros buenos hábitos. Tomar un desayuno equilibrado rico en fibra, proteínas y grasas buenas, aprovechar la luz natural haciendo algunos estiramientos o dar una caminata corta. Y sobre todo, no se debe confíar la salud únicamente en un solo producto, alimento o acción concreta. Lo mejor, como en todo, es variar.