Estilo de Vida

EL HABA EN EL ROSCÓN DE REYES, SU SIGNIFICADO

A veces, algunas veces, en medio de las inercias de estas fiestas, cabe preguntarse el por qué de algunas de las costumbres más enraizadas en nuestras vidas y celebraciones, vamos hoy a revisar la famosa haba en el roscón exquisito que disfrutamos ayer y hoy, día de los Reyes Magos y de San Nicolás en la inmensidad de países.

La tradición de la haba se atestigua desde el siglo XIV, sin ella el roscón no sería lo mismo. Anualmente, el 6 de enero, disfrutamos del roscón de Reyes.

Ayer madrugué para recoger el roscón de Reyes que Charo encargó en la pastelería – panadería – confitería Caylo* en Santiago de Compostela, repleta de pasteles, bizcochos y roscones, estos, muy doraditos y calentitos que en Francia tiene sabor a frangipane* y aquí, en casa a bizcocho con personalidad propia.
Esta tarta conmemora de forma indisoluble de la festividad cristiana, la llegada de los Reyes Magos a Belén y se trata de una de las fiestas más antiguas del cristianismo. La mano discreta del panadero/pastelero introduce el haba, o bien un mini santón o incluso la de un rey mago, para que aquel que la encuentre o le toque en la repartición recibirá la famosa corona de oro que acompaña a la tarta.

Pero ¿por qué hablamos del haba en el roscón? ¿De dónde procede esta tradición?

Pues, hay que remontarse al siglo XIV para hallar los primeros vestigios de lo que se convirtió o llevó a formar parte del folklore (costumbrismo) cristiano, que sin embargo no tiene nada que ver con el acontecimiento narrado en los Evangelios.

La tradición de dibujar al rey probablemente fue una herencia de los “Saturnales” de la época romana. Estas grandes fiestas y celebraciones en honor a Saturno, el dios romano del tiempo, tenían lugar entre finales de diciembre y principios de enero. En esta ocasión, amos y esclavos se encontraban en una situación de igualdad de condiciones: un empate que convirtió a un esclavo en rey por un día. Sin embargo, esta designación se hizo durante un banquete utilizando un haba colocada en un pastel. Conservada durante la Alta Edad Media, siempre en la época del solsticio de invierno, la fiesta evolucionó hasta convertirse en una “fiesta de los tontos” en la que los roles sociales se hacían inversos.

Pero, por qué una semilla de leguminosa

La población disfrutaba de esa bola o bollo de pan en la que se había insertado la semilla de una leguminosa, el haba, siendo el rey de la fiesta justamente quien la encontraba. La expresión “encontrar el haba de la torta del rey”, se atestigua ya en el siglo XIII. En Francia, el primer testimonio acreditado de reparto de una tarta data del siglo XV en una carta de Robert de Fouilloy, obispo de Amiens. En ese tiempo, quien encontraba el haba tenía que pagarlo en la mesa y por tanto, los participantes tenían la molesta costumbre de tragarse el haba para no tener que pagar ni un céntimo.
Para evitar que el “rey” se atragantara, las semillas de leguminosas se sustituyeron por figuritas sajonas de porcelana. Con ellas se minimizan los riesgos entre ellos los de hacer trampas para no tener que pagar. Las primeras habas en forma de figuritas representan signos prometedores de poder, suerte o riqueza y abundancia. Eran tiempos en los que toparse con un matrimonio, una herradura, el número trece, una corona, etc., era una cuestión fácil.
Con el devenir del tiempo adoptaron diferentes formas, ya sean emblemas de carácter religioso, objetos cotidianos, héroes de dibujos animados o películas, todo ello y muchas veces para gozo de coleccionistas y miniaturistas.
Mi hija Helena y mi hijo Xavier me regalaron su amorosa presencia y los detalles para gozo y disfrute de nuevos reencuentros

La fotografía

MUSICANDO

Cuando los elefantes sueñan con la música – Musica en RTVE Audio “Moondial” 30.12.2024

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