Estilo de Vida Vino

CUANDO NO SEPAS QUE DECIR SOBRE UN VINO

De Jules-Alexandre Grün (1868 – 1934) – https://labalancoiredefragonard.wordpress.com/2016/04/01/fin-de-souper-jules-grun/, Dominio público, Enlace

Técnicas para poder hablar siempre del vino que estás catando

Es sabido que el ejercicio de la degustación suele ser harto delicado y, así, mientras los auténticos aficionados se exhiben, el neófito puede dar la impresión de estar a punto de correr los 100 metros vallas con una sola pierna. Hoy os presentamos cinco trucos para saber improvisar sin arriesgarse a hacer el ridículo.
Para ello, nada mejor que:

Dominar el arte y la técnica de observación

Previamente a beber ni una gota de vino, comienza inspeccionando el vino en la copa sujetándola por el pie, nunca por el cáliz, todo un detalle que cuenta y elévala hasta la altura de los ojos realizando un ligero movimiento circular, lentamente, casi como si observaras una obra de arte. Seguidamente y, con voz tranquila y según sea el color del vino: “Este morado es tan intenso que solo con mirarlo ya deleita”, o bien: “este rojo cereza es tan bonito que casi te apetece una granadina”. Basta con utilizar todas las analogías posibles, para evitar ser prolij@ y rebuscado en la descripción del color puesto que difícilmente te tomarán en serio si hablas del rojo cinabrio o del terciopelo. Siendo muy importante que hagas una pausa, un gesto tranquilo con un momento de suspensión, que de forma inmediata te otorga cierta legitimidad y aumentará su efecto si inclinas ligeramente la cabeza, como si dijeras: “Estoy ante una hermosa contemplación estética”.
Si se trata de un vino blanco, hablar de sus reflejos dorados, su amarillo pajizo y su brillo cristalino, siempre es fácil e impresiona.

Controlar la respiración

La fase nasal de la cata, es uno de los mejores momentos para causar una impresión positiva, acerca tu nariz a la copa pero no excesivamente rápido, respira profundamente y deja que el aroma flote apenas unos segundos. Entorna los ojos ligeramente, solo para dar la impresión de tener una mirada concentrada. Después, comenta en tono pensativo: “Se perciben aromas de frutos rojos muy maduros y tal vez algún toque especiado”, que siempre tiene su pequeño efecto que cuando se trata de un vino potente nadie se atreverá a contradecirte.
Pero, el auténtico secreto aquí es adoptar un gesto sutil consistente en que tras dejar la copa, la apoyas en la mesa lentamente frunciendo el ceño, como si estuvieras pensando profundamente y que incluso si no notas mucho más que un vago olor a uvas, darás la impresión de que estás al cabo de todo.

Cuida el lenguaje y procura centrarte en la textura adecuada

Tras un pequeño trago llega la parte más teatral: describir la textura y, así: toma un sorbo con tiempo y, antes de hablar, traga lentamente e inclina la cabeza hacia un lado para mostrar que dispones de tiempo suficiente. Seguidamente, con una voz un poco más grave puedes decir: “Muestra redondez en la boca, sedosa, acariciante…”. Llegados aquí, lo que se espera de un@ es que respaldes tus declaraciones, para ello deberás realizar un gesto infalible, junta el pulgar y el dedo índice como si quisieras imitar algo delicado haciendo un pequeño movimiento circular en el aire, modelando una textura invisible, puesto que nadie cuestionará esta experiencia táctil imaginaria.

Comenta la evolución dominando la pausa un tanto filosófica

Un clásico que todo buen catador debe dominar, en el que tras tomar otro sorbo, dejas unos segundos de silencio y que aquí es tu mejor aliado. En esta etapa lo mejor es crear cierta anticipación. Luego, con voz un tanto meditativa, decir: “Este vino evoluciona muy bien… hablando primero de sus notas frutales y después seguir comentando: volviéndose más complejo…”.
El gesto aquí es igualmente sencillo: hacer un ligero movimiento de la mano como para indicar una línea temporal, como mostrando literalmente la evolución del vino en el espacio, un truco visual que hará que parezca que estás oliendo físicamente la evolución de los sabores, algo sutil pero sumamente efectivo dado que si un@ parece estar convencid@, todos los demás también lo estarán.

Habla sobre la longitud en la boca y que el silencio haga el resto

La longitud en boca es uno de los conceptos favoritos de los amantes del vino. Cuando ya hayas tomado el último sorbo, entorna ligeramente los ojos, pero mantén la mirada fija, con una breve fase de silencio, como si todavía sintieras el vino acariciando tu paladar y seguidamente comenta: “Muestra un final largo”… y no más, a riesgo de equivocarte sin olvidar esa pequeña sonrisa demostrando que acabas de tener una revelación, pero que modestamente prefieres guardarla para tí mism@. Parecerás elegante y, en el peor de los casos, tener cierto aire de misticismo, pero a fin de cuentas ¿qué importa?…

MUSICANDO

La fotografía

Autoría : Helena Ayape Guisán

Dejar un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Translate »