Según un estudio, una pinta* de cerveza en cualquiera de los estadios de fútbol británicos costará dos veces más caro en el año 2023.
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La medida de una pinta de cerveza en Reino Unido es equivalente a, aproximadamente, 0,57 litros. En cambio, en Estados Unidos, las pintas son algo más pequeñas, alrededor de los 0,47 litros. Para que te hagas una idea, una caña de cerveza en España contiene aproximadamente 0,2 litros.
El Arsenal ha ganado no solo la Premier League 2023, también es campeón En el precio de la cerveza vendida en los veinte estadios de los clubes de primera división de la liga inglesa. Una pinta cuesta en la actualidad unos 9 euros en el Emirates Stadium, el doble de lo que les cuesta a los seguidores del Manchester United, que pagan solamente 4 euros para saborear los 50 cl de cerveza en Old Trafford.
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El precio de las bebidas varía de un estadio a otro pero independientemente del prestigio del club, la inflación afectará de forma proporcional por el efecto de la inflación. En el año 2030, una pinta costará de media cerca de unos 13 euros en los estadios londinenses, los seis clubes de la ciudad aplican los precios más altos según el estudio llevado a cabo por el site UKSoccerShop según datos relativos a la inflación, sobrepasará los 15 euros, el cálculo es fácil, multiplicar por dos los precios medios actuales de una pinta en los estadios ingleses.
Valga de aviso a los aficionados al deporte cervecero por antonomasia del sábado por la tarde.
La decisión de la FIFA de prohibir la venta de alcohol en el perímetro de los estadios del Mundial de Qatar, pese a que Budweiser fue uno de los patrocinadores más potentes del organismo, ha soliviantado a muchos aficionados. La prohibición llegó apenas 48 horas antes de la inauguración del torneo y delimitó el recinto del ‘FIFA Fan Festival’, el cual no se celebró cerca de los campos, y por tanto la venta de bebidas alcohólicas.
La noticia no es tanto que no se pueda beber en los estadios porque, en realidad, nunca se ha podido. La FIFA, en su guía para asistentes al Mundial, ya advertía que «el alcohol no es parte de la cultura local, pero sí lo es la hospitalidad» por lo que estaría disponible en restaurantes, bares y hoteles a lo largo de todo el país. Como parte de su acuerdo de patrocinio con Budweiser también iba a estar en las llamadas ‘Áreas de Activación de Marca’ dentro del perímetro del estadio… pero únicamente se limitó solo a la venta de la versión sin alcohol o 0,0.
La normativa de la FIFA es clara: está prohibido el consumo de bebidas alcohólicas y/o estupefacientes en las gradas de sus estadios. Estas últimas palabras son clave. El objetivo de esta prohibición es evitar que los hinchas se excedan en sus emociones y evitar peleas, algo que se ve maximizado en las gradas de países con aficiones más radicales, como Inglaterra, Argentina o Francia donde, sin embargo, aún se producen graves incidentes. Sin embargo, hecha la ley, hecha la trampa. Como ha quedado demostrado en el caso de esas ‘Áreas de Activación de Marca’, muchos patrocinadores usan barras de refrescos o bebidas para servir alcohol siempre que se consuma en el recinto acotado de las mismas. Hay muchos estadios que permiten de facto la venta de bebidas alcohólicas de baja graduación (cerveza, por ejemplo) siempre que se beba en la misma barra y no se lleve a los asientos.
Por tanto, a la pregunta de si se puede beber cerveza en los estadios de fútbol, se puede responder que sí… mientras no sea en las gradas.
La legislación española es clara. La Ley 10/1990, de 15 de octubre, del Deporte ya prohibía «la introducción en las instalaciones en las que se celebren competiciones deportivas de toda clase de sustancias estupefacientes o psicotrópicas, o de bebidas alcohólicas, así como de cualquier otra sustancia prohibida por ley», bajo riesgo de multas de entre 6.000 y 60.000 euros en caso de que sean sustancias legales: si son ilegales, serán directamente acusados de un delito sobre el que actuará la justicia ordinaria. No dice nada sobre la venta de alcohol dentro del recinto.
El caso inglés: ¿y si es mejor dejar beber en las gradas?
Uno de los países señalados por el excesivo consumo de alcohol de sus aficionados es Gran Bretaña y, en concreto, Escocia, pionera en la prohibición de las bebidas alcohólicas en sus estadios desde los graves incidentes en la final de la Copa de 1980 que enfrentó a Rangers y Celtic de Glasgow, dos equipos de máxima rivalidad histórica.
Desde entonces se prohíbe el alcohol en los campos, excepto en las zonas de hospitalidad corporativa o los palcos privados, donde los que se pueden permitir sus precios no tienen limitación en el consumo de bebidas.
La prohibición de la venta de alcohol en los campos tiene como objetivo evitar que se provoquen peleas y disturbios dentro de los campos, pero se ha derivado una consecuencia que ahora está obligando a replantear. Según un estudio de la Universidad de Stirling, los problemas de seguridad más graves en ambientes futbolísticos no se producen ni durante ni después de los partidos, sino antes, que es cuando los hinchas adelantan su llegada a los aledaños del campo para beber y entrar ‘entonados’ al estadio. Esto ha provocado en más de una ocasión que se produzcan avalanchas en las puertas de entrada a los campos de fútbol, donde no les venden alcohol… ni lo necesitan. En Escocia se plantean permitir el consumo de alcohol en los estadios, una medida que evitaría problemas de seguridad como las avalanchas.
Es por ello que la Policía escocesa plantea una solución que es radicalmente distinta: permitir que los aficionados no beban fuera del estadio sino dentro. «En lugar de estar en el pub mirando el reloj para que puedan entrar, si los bares están abiertos una hora y media antes del inicio y los fans saben que si quieren ese alcohol, pueden comprarlo en el estadio, se evitarían carreras de fans locos intentando llegar al estadio justo antes del pitido inicial. Se podría argumentar que eso ayudaría a la seguridad«, relataba un oficial de Policía a STV.
En Qatar, el alcohol no está prohibido bajo argumentos de seguridad, sino por cuestiones culturales. El consumo público es visto de manera muy negativa, a diferencia de otras culturas como la europea o americana, de igual manera que en cualquier país occidental una pareja (heterosexual u homosexual) pueden mostrar su afecto públicamente sin que por ello incurran en una ilegalidad.
Sin mencionar las condenadas guerras y las restricciones y menguas cerealistas con las que elaboramos las cervezas.
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- https://www.rtve.es/play/audios/cuando-los-elefantes-suenan-con-la-musica/ Corcovado 14.02.2024