Estilo de Vida Salud

¿Cómo volver a tu peso, después de las vacaciones?

InvictaHOG, CC0, via Wikimedia Commons

Quizás nos hayamos pasado un poquito con los aperitivos playeros, las barbacoas con los amigos o con los heladitos de postre… quién sabe. Son la otra cara de las vacaciones que nos hace ganar algunos kilos, hasta ahí, todo normal. Hoy, desde decataencata.com os ofrecemos algunos consejos eficaces y útiles para ponerse en forma sin dilación.

Vuelve poco a poco a realizar deporte, es preferible el “cardio” para volver a tu peso

No es necesario hacer 50 abdominales cada mañana, puesto que cuando inicias el proceso y quieres eliminar esa “dichosa grasa”, debes evitar realizar deportes llamados de ganancia de masa. A menos que realices los ejercicios rápidamente y con poca recuperación, entre cada uno, no trabajarás la resistencia y, por lo tanto, no consumirás la grasa. En cambio el “cardio” permite “quemar” más calorías porque hace que el cuerpo trabaje en lo que se llama la zona objetivo. Dependiendo de la edad, oscila entre 120 y 150 latidos por minuto. El sistema cardiovascular alcanza entonces la frecuencia cardíaca óptima para absorber azúcares y grasas.

Realiza ejercicios sencillos y eficaces en casa

Y, si no estás de humor para volver al gimnasio, ello no es problema puesto que basta con adaptar todos los movimientos que se pueden realizar al aire libre, al interior, por ejemplo, elevar los talones, las rodillas e incluso correr dando los pasos lo más rápido posible sin levantar los pies.

Son ejercicios inspirados en los entrenamientos de boxeo y aumentan tu “cardio”, siendo especialmente eficaces para quemar calorías y trabajar todo el cuerpo, incluida la espalda, las piernas, los glúteos e incluso los abdominales. Para trabajar adicionalmente la parte superior del cuerpo, también puedes simular un saco de boxeo y golpear en el aire con jabs, ganchos y más ganchos.

La grasa proviene muchas veces de un problema de conducta que a su vez conduce a una anómala ingesta de alimentos con una dieta desequilibrada, tendencias impulsivas anómalas, esos tics de comer alimentos procesados, excesivamente grasos o dulces, que también favorecen la aparición y el acúmulo de grasa.

Pon la oreja y escucha

Escucha a tu sensación de hambre y de saciedad, para que puedas diferenciar entre lo que te ofrece/demanda la cabeza y el cuerpo. Para después, junto con la actividad deportiva, reducir las grasas y los azúcares, prohibiendo los de origen industrial.

Lo principal es asegurarse comer de la forma más equilibrada posible con proteínas, alimentos ricos en almidón (dependiendo del hambre), verduras, una ración de fruta y una fuente de calcio, de la que tanto nos olvidamos y todo ello, mucho antes de pensar en la dieta.

No es necesario calcularlo todo, lo importante es actuar, ponerse en marcha por qué en cosa de una semana o diez días, todo se equilibra nuevamente.

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