Sencilla y gráficamente os trasladamos desde decataencata.com los chequeos rutinarios para prevenir la enfermedad cardiovascular y los cánceres más frecuentes en la siguiente tabla de revisiones recomendadas*
20 años | 30 años | 40 años | 50 + años | |
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Tabaco, ejercicio | Cada visita regular al médico | |||
Presión arterial, IMC | Cada visita regular al médico (o al menos cada 2 años si la Presión arterial es <120/80 mmHg) | |||
Perfil lipídico | Cada 5 años | |||
Prueba de la glucemia. Glucosa en sangre. | Cada 3 años | |||
Examen clínico de las mamas (ECM) y mamografía | Ecografía mamaria cada 3 años | ECM y mamografía anuales | ||
Prueba de Papanicolau citología vaginal | Cada año | Cada 1 – 3 años y de los resultados previos | ||
Cribado colorrectal | La frecuencia depende de la prueba preferida | |||
Prueba del PSA (antígeno prostático) | Ofrecimiento anual, ayuda en las decisiones informadas |
*Recomendaciones de la Sociedad Americana de Cáncer (ACS), la Sociedad Americana de diabetes (ADA) y la sociedad Americana del Corazón (AHA)
Es necesario escuchar los mensajes que nos envían nuestro cuerpo y nuestra mente si queremos conservar la salud y mejorar en calidad de vida, de la misma forma que lo hace la naturaleza con sus mensajes de respuesta a los contínuos atentados contra el equilibrio natural.
Entender y valorar la importancia de cuidar y nutrir los rasgos saludables de nuestra naturaleza que nos protegen de las dolencias y nos impulsan a resistir y superar la adversidad es sin duda la clave.
Lo único que poseemos los seres humanos con cierta certeza es nuestro cuerpo, la materia de carne y hueso y un montón de agua que da forma a nuestro ser, esa mezcla maravillosa de oxígeno, hidrógeno, carbono, nitrógeno, calcio, hierro y otros muchos elementos químicos, sólidos, líquidos y gaseosos, un organismo formado por setenta y pico billones de células enlazadas entre sí, rebosantes de dinamismo y vitalidad.
La conciencia de nuestro cuerpo es la piedra angular de nuestra individualidad. A través de los órganos de los sentidos y los múltiples receptores localizados internamente percibimos y nos relacionamos con el mundo y los demás. Compensando la merma de unos con la potenciación de otros, de forma adaptativa.
Todos los órganos corporales desempeñan un papel fundamental en la guarda de nuestra integridad siendo el corazón su motor, que de forma incansable se dilata y contrae unas cien mil veces al día y bombea 6 litros de sangre por minuto a través de cientos de metros de vasos sanguíneos, transportando el oxígeno, los nutrientes y hormonas necesarias para renovar energéticamente nuestro organismo. Su misión esencial es alimentar una extraordinaria máquina que se aloja en el cráneo a la que llamamos cerebro lugar en el que se forja la mente humana, un conglomerado maravilloso de células nerviosas, que enciende la luz de la conciencia, la introspección, en donde se construye nuestra identidad, se fragua el lenguaje, se alimenta la autoestima, se desarrolla el carácter, se almacena el conocimiento y las experiencias que vivimos, se cuecen las emociones e ideas y se dirigen nuestros comportamientos. Por ello es difícil imaginar una existencia sin conciencia de uno mismo en la que no sea posible pensar como pensamos ni sentir como sentimos. Cuerpo y mente, un todo, permanentemente conectado conscientemente a través de los nervios motores y sensoriales periféricos. Pero principalmente y sin darnos cuenta, mediante el sistema nervioso vegetativo y del sistema endocrino que regulan el funcionamiento automático de los órganos del cuerpo. Así, los estados de ansiedad y estrés persistentes pueden alterar el eje hipotalámico-hipofisario-suprarrenal que conecta el hipotálamo (que gradúa las emociones y las funciones básicas como la temperatura, el hambre y el dolor) con la hipófisis, la glándula situada en la base del cráneo encargada de producir las hormonas que estimulan las suprarrenales, que a su vez controlan nuestra capacidad de responder a las situaciones peligrosas afectando a la presión arterial, al ritmo cardíaco y a la respiración. Del mismo modo, las emociones intensas y duraderas pueden alterar la actividad de ciertas sustancias transmisoras cerebrales tales como la serotonina y la dopamina, encargadas de modular nuestro estado de ánimo.
Para entender el cuerpo humano es necesario entender la mente y viceversa, para entender la mente, o la parte de nuestro ser que piensa, fantasea y siente, es importante entender el cuerpo, recordar el aforismo: “mens sana in corpore sano”. La salud como el estado de completo bienestar físico, mental y social.
Decía Saint-Exupéry que “vemos con el corazón, porque lo más esencial es invisible a los ojos”.
Para desarrollar al máximo las posibilidades de vivir sanos y contentos no sólo hay que ganarle la batalla a las enfermedades, sino que igual de importante es nutrir los rasgos saludables de nuestra naturaleza que nos ayudan a protegernos de las agresiones físicas y mentales que sufrimos durante nuestro viaje por este mundo y fortalecer la capacidad para superar las adversidades inevitables de la vida. Ese poder curativo del optimismo y la capacidad del ser humano para hallar la oportunidad en las crisis.
Y, pensar que la enfermedad puede venir en cualquier momento, y nadie es culpable, siendo muy positivo comprender qué factores sociales determinan e influyen las enfermedades de las personas.
Todas las enfermedades se sitúan en alguna parte del contínuo entre la vulnerabilidad y el estrés. Las enfermedades no tienen un culpable. Los cambios sociales afectan de algún modo a las enfermedades, pero no las causan. Vivimos en sociedad y enfermamos en sociedad pero no debido a la sociedad.
Nadie tiene la culpa de la enfermedad. La enfermedad no se genera: existe por sí sola, por mera oposición al concepto de salud. Los cambios sociales afectan de algún modo a las enfermedades pero no las causan.
Un último y sencillo mensaje recordatorio que leo todas las mañanas en una lata redonda en forma de tubo que contenía galletas McVitie’s Digestive en las que Charo guarda sus galletas ahora y que reza así:
Consejos DIGESTIVE para una vida sana
Despídete del ascensor y utiliza las escaleras
Bebe agua en abundancia, elimina toxinas
Come fruta y verduras frescas
Olvídate del alcohol y del tabaco
Duerme un mínimo de 8 horas al día
Sonríe siempre que puedas y despierta cada día con galletas…
MUSICANDO
- Cuando los elefantes sueñan con la música: Tus programas favoritos de RNE, en RTVE Play “15 S: Bill Evans” 15.09.2021