Las hortalizas son ricas en agua, con su ingesta aportan una buena parte de las necesidades hídricas.
Ha llegado una nueva ola de calor y con ella, los riesgos de deshidratación.
Hoy desde decataencata.com os aportamos algunos consejos médicos para beber sin sed.
Si solo cuentas con la jarra de cerveza del aperitivo para hidratarte, no creo que sobrevivas al calor reinante. Cuando las temperaturas se salen de madre, lo más fácil es la deshidratación, sin darse tan apenas cuenta de ello.
Con las temperaturas habituales de nuestro entorno, nuestro cuerpo requiere en torno a 2,5 litros de agua para compensar las pérdidas hídricas ligadas a la transpiración y a la orina. Nuestra alimentación nos va a aportar alrededor de 1,5 litros y, el otro restante lo aportan los líquidos ingeridos. Pero en el caso de canículas intensas, las necesidades aumentan hasta los 2 litros, justo lo que contiene nuestra alimentación.
Estos 2 litros de agua, son más de lo que contiene una botella de 1,5 litros, lo cual pudiera parecer bastante sobre todo cuando carecemos del hábito de beber y lo único que hacemos es, enjuagarnos la boca seca. Si no se tiene sed, es que habitualmente, nos hallamos hidratados, de tal modo que cuando hace calor, basta con beber regularmente.
Nunca sin nuestra botella de agua acompañante
Tanto en el despacho o en nuestro puesto de trabajo. Cuando salgamos a la calle, llevaremos nuestra botella de agua en la mochila o en el bolso.
También se pueden elegir momentos especiales para beber agua, por ejemplo por la mañana junto a un zumo de limón y por lo menos, dos vasos de agua con cada comida. Con ello se contabiliza un litro de agua y, el otro medio litro siguiente, variará al gusto.
Un gran vaso de agua al despertar por la mañana
Al punto de la mañana, beber un gran vaso de agua, nada mejor para el despertar intestinal y, para el que no le acabe de gustar el sabor del agua, nada mejor que introducir la botella en el frigorífico, en donde perderá su sabor a cloro pudiendo saborearla por la mañana y, si prefieres más frescor, añade menta o medio limón y así conocerás una maravillosa sensación.
También por la mañana puedes tomar un zumo de naranja que nos aportará un 80% de las necesidades de vitamina C. También puedes añadir más frutas sin otro azúcar que el propio de la fruta. Los zumos podrán ser concentrados o no concentrados pero siempre sin azúcares añadidos al contrario que los néctares.
Huye de toda bebida azucarada o bebidas afrutadas, puesto que pueden contener el equivalente a 5 cucharas de azúcar por cada lata.
El té antes que el café
Durante la jornada no sobrepasar las 3 tazas de café expreso para estar convenientemente hidratado. Un café representa solo 50 ml de agua. Es preferible tomar té con cada pausa en el trabajo, dado que su contenido en agua es mucho mayor.
Hortalizas a voluntad
A unos 32ºC de temperatura, nada mejor que una ensalada César antes que una blanquette de ternera sin harina. Y mucho mejor si las hortalizas son ricas en agua, aportando una buena parte de las necesidades hídricas, puesto que contienen un 95% de agua. Respecto a las frutas, elige aquellas que sean ricas en agua y poco azucaradas, como el melón, el melocotón o la sandía.
Aparca el aperitivo
La temporada estival obligada está, a ello dado que se hallan plenos de alcohol y de lúpulo. La cerveza, expone a veces a la deshidratación. Para eliminar las toxinas, los riñones os van a hacer orinar frecuentemente. Por ello conviene no sobrepasar la jarra de cerveza y beber gaseosa o zumo de tomate.
Cuando el calor aprieta, el cuerpo transpira enormemente pudiendo llegar a deshidratarse.
Se puede limitar la pérdida de agua, refrescando la frente con paños humedecidos con agua fresca, evitando las horas más cálidas permaneciendo en la sombra.
Se prestará especial atención a los niños y jóvenes, evitando las horas más cálidas, permaneciendo en la sombra.
También se controlará a las personas de edad avanzada, por su facilidad en deshidratarse, debiendo beber líquidos y, en especial agua.
“Beber regularmente durante la vejez aún a pesar de no tener sed”.