CÓMO ESCAPAR DE LAS MOLESTIAS DIGESTIVAS

Los expansores, aditivos, colorantes entre otros muchos elementos trastornan el equilibrio del ecosistema bacteriano intestinal. Para evitar las molestias digestivas, es necesario cuidar la microbiota intestinal, hoy, desde decataencata.com te explicamos como hacerlo.

Un ejemplo de qué no hacer para tener molestias digestivas

Para almorzar, María come apresuradamente un sandwich, el trabajo le espera, está tomando el antibiótico para el catarro que aqueja, sin olvidar su medicamento para el reflujo gastroesofágico que aqueja y lleva tomando desde hace ya 3 meses. Al salir de la oficina, se sube en su coche para reunirse con sus amigos y tomar unas copas. Más tarde calentará una pizza congelada y la disfrutará frente al televisor con un refresco edulcorado.

María vive como millones de personas, estresada, sin apenas tiempo para comprar frutas y verduras frescas para cocinarlas, por lo que se ha entregado en manos de la industria alimentaria y farmacéutica sin pensarlo demasiado. El problema es, que a nuestras bacterias intestinales no les gusta nada este estilo de vida. Malos hábitos que pueden llevar a un desequilibrio en nuestra flora intestinal y favorecer así, la aparición de numerosas patologías. Para evitar esta disbiosis*, aquí tienes algunos consejos sobre cómo deshacerte de los malos hábitos.

Evita los alimentos procesados y el alcohol

Los productos texturizantes, colorantes y aditivos de toda índole, que abarrotan los alimentos industriales, así como el exceso de azúcares alteran el equilibrio de nuestra población bacteriana. Además y, al contrario de lo que piensa María, sustituir el azúcar por el edulcorante no es una buena idea. Pueden modificar la capa de moco en el tracto digestivo y promover un proceso proinflamatorio que no es saludable.

El consumo habitual de alcohol también se asocia a una alteración de la microbiota y a una activación de procesos inflamatorios.

Evitar la monotonía ayuda a evitar las molestias digestivas

Sin embargo, no tiene sentido hundirse en una especie de fobia y prohibir los alimentos procesados de nuestras comidas para siempre jamás. No debemos impedir que la microbiota vaya a la escuela de la vida, puesto que al igual que nosotros tiene que convivir con su entorno, por lo tanto debe aprenderlo para conocerlo y adaptarse. Para mantenerse estable, tiene que vivir en un ligero desequilibrio, esto se traduce en comer de todo en pequeñas cantidades y evitar una dieta en la que se coma sin variar la alimentación, aunque se considere buena para nuestras bacterias.

Tómate tu tiempo para comer

Si la alimentación es importante, la manera en qué comemos lo es tanto o incluso más. La masticación es la primera fase importante de la digestión, por ello debe evitarse comer deprisa porque nuestra flora bacteriana digestiva puede considerar a los alimentos insuficientemente machacados, como si se tratara de “cuerpos extraños” pudiendo así, provocar alteraciones en la pared intestinal.

No abusar de los antibióticos ni de su toma inadecuada

Los antibióticos son antibacterianos que no tienen indicación en los procesos virales (salvo caso de sobreinfección bacteriana). En los adultos, la flora intestinal, se reequilibre con el tiempo, tras cesar el proceso viral o/y la toma antibiótica, pero en los niños, antes de los tres años, la microbiota es inmadura pudiendo si se toma antibiótico de forma no indicada, provocar una disbiosis permanente.

Guarda los antiácidos

Los llamados inhibidores de la bomba de protones (IBP) son una clase de medicamentos utilizados para tratar los ardores de estómago, el reflujo gastroesofágico y las úlceras gástricas, disminuyendo la acidez del medio, pero, esta acidez gástrica constituye una barrera frente a determinados microbios. Por ello es importante que las personas que vayan a viajar a países de riesgo para contraer una gastroenteritis, detengan la toma de IBP durante el viaje y utilicen otro tipo de medicamentos más indicados.

Consulta a tu Médico de Cabecera.