Además del sobrepeso suelen jugar otros factores desconocidos en la creación de esta alteración frecuente y antiestética. Vamos a ver en este artículo de decataencata.com el estado del arte sobre el mismo o lo que es lo mismo, cómo eliminar la papada hoy.
Es imposible negarlo: la papada encabeza la lista de imperfecciones menos aceptadas, especialmente en la era de los selfies de ángulo bajo. Y con razón, cuando la parte inferior de nuestro rostro se arruga excesivamente y borra un poco más nuestro cuello, modifica radicalmente nuestra postura de la cabeza y por ende nuestros rasgos. ¿Pero de dónde viene esta antiestética alteración? La lista de sospechosos incluye generalmente una dieta desequilibrada, que provoca un aumento de peso y, con ello, un depósito de grasa debajo de la barbilla. Los cirujanos plásticos y reconstructivos lo confirman: “Cuando se tiene sobrepeso, la grasa se deposita muy fácil y rápidamente en la cara: las mejillas se vuelven más redondas y la barbilla generalmente no se salva”. Dicho esto, existen otras explicaciones. Veamos más detalles al respecto.
Una arquitectura ósea particular
En primer lugar está el importante factor de la genética . Nos guste o no, heredamos la parte inferior de la cara desde el nacimiento de nuestra madre, nuestro padre o sus mayores, y ciertas formas corporales son más propicias para tener una papada que otras, nos dicen los profesionales: “Si la mandíbula ( hueso de la mandíbula inferior ) no es lo suficientemente ancha o el mentón está retrasado, los tejidos de la piel ubicados debajo de esta área tienen menos soporte y pueden causar que la papada aparezca tempranamente en el individuo”, explican.
La calidad de la hidratación cutánea también es decisiva en esta cuestión, ya que es la encargada de mantener la grasa submentoniana. “Cuanto más fina sea la piel y menos rica en colágeno , más se relajará y tenderá a desempeñar menor papel de apoyo”, especifican. otros elementos externos
Si se puede responsabilizar, también en este caso, a la genética, hay que tener en cuenta a otros elementos externos:
Empezando por la edad, ya que el envejecimiento provoca flacidez en la piel. Si tenemos poco control sobre este fenómeno, un mal estilo de vida acelera aún más sus consecuencias en el rostro y la apariencia de nuestra alteración antiestética. En este sentido, el tabaco y el alcohol tienen la culpa, porque su consumo habitual daña el aspecto de los tejidos de nuestra piel. “La piel está menos vascularizada y menos nutrida, por lo tanto, menos tonificada”, observan los profesionales. Casi lo olvidamos, pero una mala hidratación diaria también afecta a la estructura de nuestra piel. Por último, otro enemigo que no se debe descuidar son los efectos de los rayos UV que “provocan roturas a nivel del ADN e impiden que la piel se regenere adecuadamente”, subraya el profesional sanitario.
Una mala postura
A veces no es ni la piel ni la grasa la causa del debilitamiento de la zona debajo del mentón. Un detalle que solemos subestimar, es que nuestro cuello también tiene músculos, y si se abusa de ellos o no se los estimula lo suficiente, se relajan. A esto se suma el famoso “tech neck”, esa mala postura ligada al uso de pantallas en nuestra vida, que acentúa los pliegues de la piel y el cuello, confirma el especialista.
¿Cómo actuar?
¿Existen formas de protegerse al máximo de esta imperfección del óvalo? Una dieta sana y equilibrada, acompañada de una hidratación diaria y una tolerancia cero a las bebidas alcohólicas, ayudan a proteger la estructura de la piel. Al igual que los filtros de barrera contra los rayos UV (no exponerse entre las 12 y las 16 horas en verano y una protección solar adecuada). Además, si el origen es posicional, los estiramientos, la gimnasia o incluso el yoga pueden ayudar a corregir una silueta encorvada y ayudar a mantener recto el cuello, al igual que la espalda.
Y si la papada persiste y se desea tratar a toda costa, existen varias técnicas quirúrgicas dependiendo del origen del problema. “Si se trata de la estructura ósea, se puede considerar la cirugía de avance de la mandíbula, o se puede indicar la instalación de un implante de mentón en la parte inferior en una cara demasiado estrecha”. En el caso de un depósito graso, la liposucción, que consiste en eliminar el exceso de grasa ubicada debajo del mentón, es una alternativa. Finalmente, para corregir la flacidez cutánea, es posible considerar técnicas de radiofrecuencia para ayudar a la piel a retraerse, o considerar un lifting facial en caso de exceso de piel importante, resumen los cirujanos plásticos. Recordar la importancia de un examen clínico previo por parte de un profesional de la salud para establecer el diagnóstico y las diferentes soluciones a considerar, quirúrgicas o no.
La fotografía
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