“Entender cómo funciona la memoria y cuál es su función es la clave para recordar mejor y ponérselo más fácil. Charan Ranganath, profesor de Psicología y Neurociencia y director del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California en Davis, lo explica..
El profesor de psicología y neurociencia Charan Ranganath lleva 25 años estudiando qué hábitos favorecen el funcionamiento de la memoria y por qué recordamos. Si los mecanismos cerebrales que nos permiten memorizar eventos del pasado están íntimamente ligados al presente, es evidente que algo estamos haciendo mal, hoy y ahora, cuando hay tantas personas que sienten que pierden memoria con la edad. Así es como este director del Laboratorio de Memoria Dinámica de la Universidad de California en Davis, ha detectado los dos hábitos más comunes que dificultan nuestra memoria a medida que envejecemos.
El cerebro está diseñado para olvidar
Aunque tendemos a creer que podemos y deberíamos recordar todo lo que queremos, la realidad es que estamos diseñados para olvidar, y esa es una de las lecciones más importantes que debemos aprender de la ciencia de la memoria. Mientras seamos conscientes de cómo recordamos y por qué olvidamos, nos aseguraremos de crear recuerdos de los momentos más importantes que vivimos, y de conservarlos», explica Ranganath. Es decir, que «olvidar» no es necesariamente un fallo de la memoria; es una consecuencia del proceso que permite a nuestros cerebros priorizar la información que nos ayuda a movernos por el mundo y a hallarle sentido. Podemos asumir un papel activo en la gestión de nuestro olvido tomando decisiones conscientes en el presente para dotarnos de un interesante conjunto de recuerdos que llevarnos al futuro».
¿Qué provoca la pérdida de memoria?
En Why We Remember (Penguin Random House, 2024) – publicado en España con el título Por qué recordamos (Península, 2024) – Ranganath se replantea radicalmente la forma en que entendemos el acto cotidiano de recordar. Cuando comprendemos su verdadero poder y las peculiaridades de la memoria, podemos utilizarla para recordar las cosas que queremos recordar, tomar decisiones más libres y planificar un futuro más feliz. «El cerebro humano no es una máquina de memorización; es una máquina pensante», dice. «Me gusta pensar que la memoria se parece menos a una fotografía y más a una pintura». De esta manera, el profesor señala que nuestros recuerdos son una mezcla de detalles: los que son fieles a la realidad y los que están distorsionados por interpretaciones prejuicios, motivaciones del presente.
2 hábitos que están detrás de las pérdidas de memoria según este neurocientífico
Ranganath es pionero en el uso de imágenes cerebrales para estudiar memoria y fue una clase con el psicólogo Daniel Kahneman lo que impulsó a dedicarse a la neurociencia. Su libro revoluciona la manera en que entendemos la memoria y nos invita a tener presente que «no se trata de recordar más, sino de recordar mejor», señala.
Hacer muchas cosas a la vez dificulta la creación de recuerdos significativos.
La multitarea es enemiga de nuestra capacidad para recordar. Según explica Ranganath, mucha gente no sabe que los recuerdos compiten entre sí. La memoria no es el disco duro del cerebro «donde puedo almacenar más y más. En el cerebro tienes un número limitado de neuronas que trabajan para almacenar recuerdos. Pero esos recuerdos están literalmente peleando entre sí. Eso significa que para ser capaz de encontrar el recuerdo necesitas que sobresalga sobre el resto, que sea diferente», explica en una entrevista concedida al Sunday Paper. «El cerebro es muy económico. Considera la calidad por encima de la cantidad».
¿Cómo hacer un recuerdo memorable y diferente?
Para lograrlo, pon toda tu atención en esa actividad, utiliza tu mundo sensorial para enriquecerlo, asócialo a olores, sonidos, sabores…
Confiar en las fotos del móvil para recordar tiene el efecto inverso en la memoria.
«Un efecto interesante de la tecnología es que tenemos una capacidad sin precedentes para documentar nuestras vidas a través de fotos, videos y publicaciones en las redes sociales», explica Ranganath en otra entrevista reciente. «Paradójicamente, no creo que las personas que hacen esto habitualmente tengan recuerdos más ricos de su pasado y, de hecho, la evidencia sugiere que documentar sin pensar puede reducir su memoria para los eventos que está documentando. Una vez más, la memoria es selectiva, por lo que es mejor centrarse en la calidad que en la cantidad. En lugar de documentar todo, es útil pasar gran parte de tu tiempo tratando de estar presente y luego concentrarte en documentar algunos momentos clave que servirán como anclas para tus recuerdos de esos eventos más adelante. Y si tomas fotos, asegúrate de volver a visitarlas y trata de recordar activamente esos eventos cuando lo hagas».
¿Cuál es la mejor manera de recordar cosas?
El aprendizaje más efectivo ocurre en circunstancias en las que luchamos por recordar un recuerdo. Por ejemplo, unos minutos después de hacer o aprender algo, ponte a prueba. Y hazlo de nuevo una hora más tarde. «Cuanto más espacies estos intentos, mejor», explica el neurocientífico”.
Un neurocientífico desvela los 2 hábitos que están detrás de las pérdidas de memoria (y mucha gente ni lo sabe) (msn.com)