
Por John Bagnold Burgess – Bonhams, Londres, 28 de mayo de 2005, 19th Century Paintings Lot 72, Dominio público, Enlace
Cuadro costumbrista de John Bagnold Burgess The fan seller (El vendedor de abanicos), pintado durante sus viajes por España en la segunda mitad del siglo XIX.
En caso de estar expuesto al calor extremo mantente bien hidratad@.Cuando las temperaturas son altas, es recomendable adoptar hábitos saludables. Vamos a ver en este artículo de hoy ¿cómo puedes refrescarte y mantenerte hidratad@? y ¿Qué actividades deberás evitar?
Mantenerse fresco
Mantener el hogar, la casa fresca, cerrando las persianas y cortinas en las fachadas soleadas y mantener las ventanas cerradas mientras la temperatura externa sea superior a la interna para volver a abrirlas por las mañanas, y por la tarde noche, dejándolas abiertas durante la noche. Un buen momento para crear flujos de aire en la casa. Recuerda apagar, siempre que ello sea posible, los aparatos eléctricos y las lámparas que emiten calor al estar en uso.
Para mantener una temperatura corporal agradable, pasa el mayor tiempo posible en habitaciones frescas, al menos dos o tres horas al día. Los espacios públicos con aire acondicionado, como grandes almacenes o cines, son opciones posibles. Elige ropa ligera y holgada de materiales naturales (algodón o lino), preferiblemente de colores claros y utilizar sombrero o gorra con visera si sales a la calle.
Limita las salidas durante las horas de más calor, entre las 11.00 AM y las 21.00 PM. También es bueno bañarse o ducharse con agua fría durante el día, sin secarse.
Hidratar el cuerpo
Beber regularmente sin esperar a tener sed, al menos entre 1,5 y 2 litros de agua al día (salvo contraindicación al respecto). Evitar el alcohol, dado que favorece la deshidratación. Si prefieres aguas de alta mineralización, como las con gas (carbónicas) reduce su consumo y opta por el agua del grifo o de manantial. Además de beber considera ingerir frutas y verduras crudas que contienen mucha agua, tales como: el melón, la sandía, las uvas, cítricos, fresas, pepinos (estos contienen un 96 % de agua), tomates, calabacines, lechuga, rábanos, etc.
Los gazpachos y otras sopas frías ofrecen un interesante equilibrio entre sólidos y líquidos, al igual que los productos lácteos frescos, los sorbetes (menos calóricos que el helado) o las compotas.
El calor puede llegar a suprimir el apetito en algunas personas. Para contrarrestar este efecto, intenta dividir las comidas o consumir una dieta líquida que aporte suficientes sales minerales.
Limita tus actividades al aire libre
Evita las actividades al aire libre que requieran un gasto energético excesivo (deportes, jardinería, bricolaje, etc.). Si trabajas al aire libre o en un espacio sin aire acondicionado, pospón las tareas fatigosas y físicas hasta las horas más frescas. Aligera la carga de trabajo con ciclos cortos de trabajo y descanso.
Cuidado de las personas más vulnerables
Personas mayores: La importancia de mantener contacto regular con las personas mayores aisladas durante períodos de calor extremo está ahora muy arraigada en la mente de la gente tras la aciaga ola de calor del año 2003. Se debe tener especial cuidado para asegurar que las personas mayores se mantengan hidratadas, dada su menor sensación de sed. Cabe tener en cuenta que muchas personas mayores toman diuréticos para ayudarles a eliminar líquidos, por lo que conviene consultar a su médico para determinar si es necesario ajustar temporalmente las dosis e incluso eliminarlas de forma transitoria y con el debido control.
Niños: Dado que se deshidratan rápidamente y no perciben la sensación de sed, es recomendable ofrecerles algo de beber con frecuencia, al menos cada hora durante el día, sin esperar a que muestren ganas. Por la noche hay que ofrecerles agua fresca al despertar.
Limita los paseos y las salidas durante las olas de calor, especialmente para los niños menores de un año. Cubrirlos lo menos posible (ir en pañales por casa), pero siempre se les pondrá una gorra en el exterior debiendo bañarlos regularmente con agua tibia y permaneciendo a su lado. Evitar que permanezcan en espacios cerrados como un coche y, si fuera necesario, llevar siempre abundante agua potable. Nunca debe dejarse a los niños solos en el coche ni siquiera en cortos períodos de tiempo. Las señales de advertencia del agotamiento por calor incluyen la fiebre, la palidez, la somnolencia, la agitación inusual, la sed intensa y la pérdida de peso.
La fotografía

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MUSICANDO
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