Inaugurar la Navidad en un ambiente dulce y sosegado, con un paté de foie-gras, es una receta sencilla, una apuesta segura y, si va acompañado de una tabla de quesos mejor todavía, más aún cuando se va a acompañar con un vino blanco chileno, un Signos de Origen de la bodega Emiliana (2018). Un vino con aromas a pan tostado y albaricoque que marida a la perfección con la vertiente dulce/salada de un pan de especias, un vino redondo y sibarita que hará nuestras delicias con frescor y sin duda es un valor seguro.
El plato fuerte es una pularda al horno, sin rellenar, para poder apreciar la suntuosidad de su carne y la generosidad de la concentración aromática. Nada mejor para acompañarla que un vino tinto de Georgia, un Gotsa del 2015 o del 2017, también con aromas a pan tostado, fruta confitada y cacao, un auténtico panaché de sabores.
Un magnífico y venerable abuelo
Y de postre, un turrón de chocolate con almendras, que lo acompañaremos de un vino blanco, croata, el Malvazija Istarka, Kabola del 2020, pleno de aromas especiados, a jengibre, melocotón y flores, un canto a la ligereza, a la levedad y a la frescura.
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Unos apuntes que valen tanto para la cena, la comida o la despedida de año.
Que disfrutes.
¿A ver si toca!
MUSICANDO
La foto
Atardece en Moscú.
