Los Blancs de Noirs
Los Blancs de Noirs ya no son la reserva espiritual ni material de los champanes y cavas.
Ya es realidad en el mundo de los vinos tranquilos, muy conocido el blanc de noirs en el universo champán y del cava, en la actualidad ya ha irrumpido en él. Entre las nuevas tendencias de consumo, tras su desarrollo investigador y de adaptación del sector vitivinícola, aquí tenemos los vinos blancos elaborados con uvas tintas.
Una terminología sobradamente conocida por los aficionados a la burbuja de cavas y champán, con sus Blancs de Noirs, famosas añadas elaboradas con uvas tintas, en Francia, esencialmente con Pinot Noir. En el litoral catalán, en Burdeos y La Provenza ya han iniciado la senda lograda de los Blancs de Noirs como vinos tranquilos, resultando unos excelentes blancos que están sorprendiendo y a la par reflejando la respuesta del sector a los diversos retos con que se enfrenta, desde mediados de la década del 2020, con unos consumidores más volubles, que gustan menos de los vinos tintos ( en este año 2024, lleva perdiendo unos ocho puntos en la clasificación/barómetro Sowine/Dynata, que valora de cerca las tendencias de consumo de nuestros vecinos galos.
Durante estos postreros años, los vinos blancos están siendo sus favoritos, mensaje que los viticultores han cogido al vuelo, pese a que no en su totalidad han sido capaces o haber tenido las facilidades oportunas para adaptarse a esta nueva situación, bien por tratarse de regiones inadecuadas para el cultivo de uva blanca o por qué no desean cambiar su propia zona de confort revisando sus variedades uvales de explotación, a saber…
Elaborar vinos blancos con uvas tintas es una iniciativa estratégica clave para afrontar estos tiempos nada fáciles con habilidad y maestría, puesto que sin necesidad de replantar y, sólo cambiando el enfoque elaborador del vino se logran hartos beneficios. En lugar de dejar macerar las uvas tintas con sus hollejos (lo que confiere color y taninos), el viticultor, simplemente prensa las bayas y las vinifican como si de un vino blanco se tratase.
Curiosamente, es Burdeos en donde hallamos las primeras trazas de experimentación de esta práctica, los Domaines de l’ Émissaire, que reúne a varias entidades dentro de las prestigiosas denominaciones de origen de Saint-Emilion y Pomerol, particularmente, sorprendieron con su Blanc de Nuit, un Merlot 100 % que fue presentado en la última edición de Wine París, una de las principales ferias del vino a nivel mundial.
Money, money, money
Ganar dinero más rápido en el país de grandes vinos y de tintos con mucho cuerpo es esencial sobre todo por las primas de arranque y de sobreproducción. Burdeos debía reinventarse y hasta cierto punto ser rompedora y para ello en lugar de emprender una actividad que necesita de varios años de cambios y adaptaciones, que incluye variedades uvales, el Blanc de Noirs permite reciclar uvas tintas destinadas a vinos tintos para compradores más difíciles de hallar en la actualidad.
Pierre Cazeneuve, director del Château Paloumey, en el Alto Médoc fue presto a darse cuenta de que en su oferta al público consumidor le faltaba un blanco: “Puestos a ser sinceros, yo también, como consumidor, lo he echado de menos, el Blanc de Noirs, representa una forma de generar más dinero y de forma rápida que con los tintos cuyas largas crianzas implican una gran cantidad de inmovilizado material”. “Quien va a dictar sentencia van a ser los propios consumidores que desean beber buenos vinos y, si de paso, contribuye a reinventar Burdeos, pues, mucho mejor”.
A cierta distancia del anterior, en Lussac-Saint-Emilion, Jean-Baptiste Bourotte, también elabora Blanc de Noirs desde este 2024, siendo, por ahora, las ventas bastante buenas (unas 3000 botellas), de un vino pretendidamente ambicioso, con la mitad de la vinificación en barricas nuevas que aportan profundidad y riqueza al vino.
También el Château Durfort Vivens 2 º Grand Cru Classé de Margaux, en Burdeos, desde el año 2022 elabora su Blanc de Noirs con una mezcla de un 70 % de Cabernet Franc y un 30 % de Muscadelle.
En busca de la libertad por parte de los viticultores
La tendencia se ha hecho popular, extendiéndose la práctica sobre todo en los viñedos situados al sur, donde las variedades de uva para tintos y rosados desbordan la producción, por lo que el Blanc de Noirs es para ellos, la solución a sus males, que satisface la demanda por parte del consumidor que precisamente, busca frescura y ligereza. En Collioure, en donde reposa nuestro admirado y querido Antonio Machado, los viticultores locales han iniciado el cambio para producir más vino blanco replantando vides prolijamente. Si bien, equilibrar la producción es cosa de tiempo, dado que solo pensar que desde hace décadas la garnacha negra reina en terrazas y valles del lugar y que la AOP (DOP) blanca de Colliure, es relativamente reciente (2003). Por ello la aparición en escena de los Blanc de Noirs les ha llevado a cultivar más garnacha gris y blanca, cosechando la garnacha negra ligeramente poco madura a la par que únicamente prensaron la uva para que los hollejos no tiñeran el mosto obtenido (Vincent y Augustin Parcé – Finca/Domaine Augustin -), son los precursores del Blanc de Noirs en Collioure desde el año 2019, que desde entonces han duplicado su producción con unas 6000 botellas de un vino que viste de rosa dorado, revelando aromas de frutas amarillas, con toques de anís, vainilla y tostados (7 meses de crianza en barrica). Con un ataque redondo, opulento (no se nota falta de madurez de la uva), con esa acidez justa para armonizar el conjunto. Vino que se adapta a los hábitos del lugar: aperitivos ligeros y una cocina más refinada, ligera y gourmet. Vinos que sin renunciar a su intensidad son más ligeros en cuanto a estructura tánica se refiere.
Todo ello requiere amor y dedicación a la profesión y al sector.
En España tienes a tu disposición:
Una garnacha de la Terra Alta.
Su cosecha de mejor valoración es la del año 2020.
MUSICANDO
- Sólo jazz – Programa de contenido musical en RTVE Play Algunos grupos sin piano (II) 24.06.2024