Un auténtico flagelo sin moderación… Comprender el alcoholismo femenino, y acompañarlas sin que ello sea un tabú, fue el tema tratado en un documental de France 2, emitido el 8 de diciembre pasado a las 22.55.
El alcoholismo femenino como fenómeno social
El alcohol, asunto tradicionalmente de hombres, hoy en día hace mella en el universo femenino. El camino de la emancipación de las mujeres en nuestra sociedad ha sido en parte con el alcohol de por medio, sin duda, un precio demasiado alto, el que ha tenido que pagar para lograr briznas de libertad.
Las mujeres que beben son especialmente vulnerables, ya que a menudo han sido abusadas, psíquica y sexualmente. En el mundo laboral, las mujeres más educadas también están en riesgo. Tienden a invertir demasiado tiempo y esfuerzo en el trabajo para romper prejuicios, especialmente cuando adquieren responsabilidades de notable importancia. Un@ no se torna autónomo y libre fácilmente. Los que sufren trastornos de ansiedad o depresión por dolor crónico (fibromialgia, endometriosis…) también son más propens@s a caer en las garras del alcohol. Este, por su acción sedante, ahí está, para dar respuesta a los constantes juicios y presiones del que son víctimas propiciatorias las mujeres: además es fácilmente accesible, se obtiene sin receta médica y también es legal.
¿Cómo comienza el alcoholismo femenino?
Cuando exploramos la historia del paciente, vemos que la iniciación tiene lugar a través de reuniones con amigos. Las mujeres equiparan el estrés y la fatiga con una buena razón para beber para relajarse. Para después terminar bebiendo sola y más tarde esconde las botellas. La ingesta de alcohol tiene lugar durante él día para superar el “aburrimiento”, siendo a menudo un desencadenante y motivo de consulta. Al respecto hay que decir que el confinamiento ha aumentado y ampliado ostensiblemente este fenómeno.
La dificultad para llevar a cabo la primera consulta
Las mujeres alcohólicas quieren detener su consumo de alcohol, pero este es más fuerte que ellas: mostrando así una incapacidad para recuperar su libertad.
El primer motivo de consulta es la alteración y la recuperación de sus relaciones íntimas con los hijos y con la pareja (cuando esta existe). En cambio, los hombres consultan cuando se sienten o se hallan en riesgo de perder su trabajo. Las mujeres alcohólicas acaban por no querer saber nada de las personas que la aman, puesto que se hallan literalmente disueltas en el alcohol.
¿Cuáles son las profesiones de riesgo para el alcoholismo femenino?
Generalmente, son aquellas en las que se establece un nexo con los demás. Periodistas, relaciones públicas, el marketing, la educación/enseñanza, la sanidad, la justicia… Son todas aquellas en las que ejercen las supermujeres (súper women), con metas altas a lograr. El alcohol les aporta la ilusión de ser negociadoras poderosas, ya que las desinhibe. La tensión acumulada durante el día actúa como efecto llamada sobre el alcohol. La ansiedad social se traduce en el hecho de beber ante un examen o también en los descansos de entretenimientos, por lo que no se detecta, pasando desapercibido.
¿Cómo mejorar la toma de conciencia de las mujeres?
Con la formación de profesionales de la salud que hagan hincapié en que se trata de una enfermedad y no de un vicio. Hacer de policía no sirve de nada, ya que si se actúa así, seguramente beberá el doble. Es más juicioso e inteligente dirigirse a un centro especializado. La sanidad pública, por desgracia, es poco operativa dado que la prevención en los lugares de trabajo se halla ausente, los jóvenes son las dianas principales del mercado del alcohol. La imagen del alcohol respecto de las mujeres es de que se trata de una señal de emancipación y de elegancia.
Las etiquetas de determinadas ginebras y bebidas alcohólicas, tienen dibujos florales. Cuando una mujer cae en la adicción a la cocaína o la heroína, siempre se suele decir que es algo grave, pero nunca se dice lo mismo respecto del alcohol.
Me inspiró el artículo la lectura del libro: Les Femmes face à l’alcool. Résister et s’en sortir. Éditions Odile Jacob. Fatma Bouvet de la Maisonneuve. Precio: 21.90 €.
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