Según comenta el filósofo británico Farbod Akhlaghi, aconsejar y orientar a los familiares y cercanos en sus elecciones les impedirá ser autónomos y, por tanto, hallar su propia identidad.
Me afirma que se va a esforzar, ¿le doy otra oportunidad?, ¿debería aceptar este trabajo que me proponen?…
En general, todos buscamos la opinión de ese ser cercano y querido para obtener una visión nítida o bien para lograr una respuesta que no somos capaces de encontrar por nosotros mismos.
Farbod Akhlaghi es filósofo e investigador del Christ’s College de Cambridge que en un artículo que publicó un 31 de diciembre del 2022 en la revista de filosofía Analysis *, comentaba qué: “interferir en las decisiones de la vida podría privar al amigo o al familiar, de su autonomía y su búsqueda de identidad”.
Enlaces relacionados :
- https://www.cam.ac.uk/research/news/interfering-in-big-decisions-friends-and-family-take-could-violate-a-crucial-moral-right-philosopher
- https://www.christs.cam.ac.uk/college/people/fellows/dr-farbod-akhlaghi
- https://academic.oup.com/analysis/article/83/1/3/6966040?login=false
Atentado al derecho a la libre determinación
La discusión del filósofo se centra en las elecciones que conducen a experiencias que él denomina “transformadoras”, como cualquier experiencia que proporciona conocimiento o comprensión de uno mismo, y que solo se puede obtener tras intentar la misma o cualquier otra que modifique los valores y anhelos fundamentales de quien la vive.
El filósofo se plantea: “¿Bajo qué condiciones es permisible intervenir para tratar de evitar que alguien tenga una experiencia transformadora o de cambio?” ¿Cómo podríamos privar a alguien de poder aprender sobre sí mismo? Según él, interferir en la toma de decisiones de un familiar, dar su opinión, equivaldría a atentar/violar la “autonomía reveladora” y el “derecho a la autodeterminación” de la persona. Y esto, incluso si la opinión se basa en buenas intenciones.
La toma de decisiones debe ser autónoma, dice: es la única manera de construir una identidad, de conocer nuestras preferencias y valores. ¿El interés, según el filósofo?: Tomar conciencia de que la persona en la que nos hemos convertido, es el resultado de decisiones tomadas por nosotros mismos.
¿Buena o mala decisión?
Optar por un curso, por determinado tipo de estudios, cambiar de profesión o de ocupación, tener un hijo…
Otra razón que debería impulsarnos a abstenernos de dar nuestra opinión es la imposibilidad de saber cuáles serán las consecuencias de la elección hecha hasta que la persona haya vivido su experiencia.
La única excepción a la regla es aquella decisión que pusiera al individuo en riesgo y, en cuyo caso, es nuestro deber moral interferir para tratar de prevenirlo.
“Más sabe el diablo por viejo que por diablo” (https://cvc.cervantes.es/lengua/refranero/ficha.aspx?Par=59028&Lng=0)
MUSICANDO
La fotografía
Estudio Château Lafaurie-Peyraguey Deepix /SDP
