
Imagen de Alexander Lesnitsky en Pixabay
El tapón de cera o lacre, símbolo de un vino de calidad.
Simboliza el prestigio de una botella de vino, pero la cápsula de cera sigue siendo difícil de eliminar. Te indicamos cómo facilitarlo.
Lujo y promesa de calidad, la cera, el lacre es el antecesor de la cápsula que cubre hoy en día la mayor parte de las botellas de vino. Antaño de hojalata y en la actualidad de aluminio o plástico.
Cabe recordar que hasta el siglo XIX, el cierre de las botellas se llevaba a cabo con cera para proteger el tapón de corcho, un proceso que despierta en la actualidad el interés de algunos bodegueros aún a pesar de su coste mucho mayor que el de una cápsula clásica.
El tapón de cera, un motivo de marketing
Su elegancia siempre ayuda a la decisión de compra, pero además las posibilidades de color son enormes, posibilitando vestir las botellas de un modo distinto así como el color de la etiqueta.
Amén de su valor ecológico. Pero, que a la hora de su apertura, pudiera ser motivo de arrepentimiento de su compra puesto que si decides abrir la botella como si se tratara de sacar una cápsula de aluminio, es decir, con el cuchillo sacacorchos tradicional, sería un error fatal puesto que la cera se parte en mil pedazos y el desastre está servido. Tampoco es necesario actuar cual pirómano, intentando quemar la cera.
Para retirarlo correctamente, solo hay que actuar como si no existiera: introduce el sacacorchos a través de la cera puesto que se perfora fácilmente, deslizando y extrayendo poco a poco con suavidad el tapón y la cera saldrá de forma natural. Si quedan restos alrededor del cuello de la botella, simplemente retiralos con un paño húmedo y seguidamente ya puedes proceder a saborear el vino.
La fotografía

Autoría : Helena Ayape Guisán