“El idioma oficial del Imperio Romano fue el Latín. En esa lengua no existen los artículos ni las preposiciones. Por eso los sustantivos y adjetivos se deben declinar. Las terminaciones de la declinación establecen el artículo y género. De ahí que el mejor modelo y ejemplo de la Primera Declinación es la palabra ROSA; la Rosa. Rosar, de la Rosa. Rosarum, de las Rosas. Rosae, de las Rosa. Rosis, para las Rosas”.
Una de las primeras palabras latinas que se aprende a declinar, si no la primera, es el nombre de la rosa: nominativo, rosa; vocativo, rosa; acusativo, rosam; genitivo, rosae, etcétera. La declinación es un procedimiento morfológico de las palabras para expresar distintas relaciones gramaticales dentro de una oración. La rosa era, además, la flor consagrada a Venus.
También afirma Francisco Hernández: “En una edad oscura como la de este fin de siglo y de milenio (nosotros cambiaríamos esta parte de su texto por: “como la de este principio de siglo y de milenio”)la inteligencia poética es como la solitaria llama de una vela que va tomando la forma de una rosa: fuego y vida. Enlazados en el vaso o tejido de un frágil racimo de palabras. En medio de la tiniebla poderosa del devenir, el instante quedo de un poema semeja la riqueza fugaz de la flor quintaesenciada : la rosa que le ha dado sus pétalos, su color, su impermanencia, y su perfume a los sentidos de los poetas. El significado de la rosa es cambiante como las rotaciones mismas de ese prodigio vegetal, en la mano que ofrece a los ojos y al olfato o en el tallo donde vivirá su breve vida. Su realidad y el símbolo que entraña se modifican con el paso del tiempo, pero al tránsito trágico de la pequeña flor oponen los poemas la fuerza de su propia delicadeza afirmativa y el esplendor, ofrecido a la memoria de un haz de luces y palabras verbales” (Hernández, F. “La rosa escrita”. Ed. Aldus, México 1996.
Vamos a ello:
Château La Calisse – Cuvée Patricia Ortelli 2021. Provence – Coteaux-Varois-en-Provence.
Nota: 94/100. Precio 20 €.
Como un encaje de Camariñas*, ligero como el aire con aromas a melocotón de vid y a clementina jugosa, frescura consistente en boca con un final de rico recorrido y un toque salino.
Château Minuty – Cuvée 281. 2021. Provenza – Côtes de Provence
Nota: 93,5/100. Precio 45 €. No catado.
Château de Pibarnon 2021. Provenza – Bandol
Nota: 93/100. Precio: 26,90 €
Intenso, en la nasal se perciben aromas a anís y pimienta, en boca dulce, jugoso, picante, un pleno de frescura.
Domaine de l’Île – Porquerolles Rosé 2021. Provenza . Côtes de Provence
Nota: 92,5/100
Bajo su vestido de pétalos de rosa, amaga sus aromas de granada y cereza, en boca es pura tensión, de solución salina, con tenues y delicadas notas de frambuesa y pomelo.
Domaines Ott – Clos Mireille Rosé 2021. Provenza – Côtes de Provence.
Nota: 92,5/100. Precio 30 €
Un rosado excelente, muestra potencia en la nasal y en el ataque, tomando el relevo la dulzura y la salinidad con notas cítricas en boca.
Y, de regalo, un rosado de guarda:
Comte Abbatucci – Faustine Vieilles Vignes Rosé 2020. Córcega – Vin de France
Nota: 95/100. Precio: 18,90 €
De color intenso y nariz cítrica muy sutil, mostrando abiertamente en boca sus notas de melocotón, albaricoque, largo, tan largo que casi da vértigo.
- Si quieres saber más sobre rosados de guarda, preguntanos.
Agradeceré una vez más la colaboración de mi amigo Jean, que desde Pau nos envía opiniones y preciosa información.
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