Estilo de Vida Vino

5 PISTAS PARA DETECTAR UN MAL VINO A PRIMERA VISTA

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¿Es posible detectar un mal vino antes de abrirlo?

Estas son cinco pistas para desenmascararlo.

Sin ser un catador experimentado, debes saber que con una buena vista y capacidad de observación ya puedes convertirte en un juez excelente. A continuación te presentamos los 5 detalles que debes conocer para adivinar un vino sin sabor ni gracia, a primera vista.
En primer lugar, debes saber que incluso antes de que el camarero descorche el vino, siempre hay tiempo para asegurar la valoración. Pide con la mayor naturalidad del mundo que coloque la botella sobre la mesa y observa atentamente su forma, bajo una buena luz.

Primera pista para detectar un mal vino

Debería ponerte inmediatamente en guardia, un color inusualmente apagado. Tanto en blanco como en tinto, la falta de brillo indica generalmente un vino desequilibrado, o incluso muy falto de acidez. Por supuesto, solo vas por buen camino si la botella es transparente. De lo contrario, confía en su color en el cristal y prepárate para ser diplomático en caso de devolución al que intenta endosar la botella.

Segunda pista

Más evidente aún que el anterior: la sospechosa presencia de partículas blanquecinas en el vino blanco, o azuladas en el tinto, que pueden ser síntoma de un exceso de hierro o cobre en el vino, y por tanto signo de una higiene escasa o deficiente del equipamiento o de la guarda en bodega.

Tercera pista

Habrá que extremar la vigilancia en caso de partículas de color marrón, indicativas de uvas cosechadas demasiado maduras o incluso claramente cercanas a la descomposición. Sin embargo, hay que tener cuidado de no confundir algunos filamentos culpables con un vino ligeramente turbio, que simplemente refleja una ausencia de filtración, lo que ciertamente puede ser no agradable, pero es simplemente el producto de una técnica de elaboración que respeta la integridad de la uva.
https://avis-vin.lefigaro.fr/connaitre-deguster/o150516-cinq-indices-qui-trahissent-une-mauvaise-carte-des-vins

Cuarta pista

Más discutible en la medida en que algunos encontrarán en ella un cierto placer, esa ligera efervescencia que podemos observar en vinos que no deberían serlo, y que corresponde al bonito término de “perlance”. Un fenómeno ligado a la re fermentación en botella, lejos de ser perjudicial, pero que puede resultar sorprendente a primera vista. Una buena jarra o un batido más suave de la botella mientras se mantiene una mano en el cuello deberían ser suficientes para evitarlo.

Quinta pista

Y no menos importante, el aspecto del tapón. Incluso antes de ejercitar tu olfato de galgo para detectar un posible olor a corcho, si este último presenta sorprendentes puntos negros o parece abundantemente empapado del preciado líquido encerrado en su interior, es muy probable que el vino esté oxidado o tapado, o ambas cosas. Compruébalo, pero no esperes un milagro. Cuando se trata de beber, no olvides que lo importante es visible a simple vista. El resto depende de ti.

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